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El musolari errante

Música

Quiere ser su mujer

Cantemos, pues otra canción; ésta, con el paso de los años, ha envejecido a la vez que se volvía violentamente amarga.

 

Ella. Sus uñas rotas, sus naves ardiendo. A la dulce niñita, la hija del prestamista que siempre veíamos, anciano y perverso, a esa que nos miraba con unos ojos azules en los que sólo podía habitar la inocencia, se la come el deseo. La devora cuando, torpemente escondida tras los trastos de la tienda, lo ve pasar. Y cuando no lo soporta más, lo llama, con ese viejo micrófono que algún vagabundo -tal como yo- le dejó. Él la mira, y entonces ella comienza a sonar su clarinete, en una melodía que transforma en oscura tentación la inicial curiosidad. Y se acerca, y la niña ya mujer enloquece, y se ve apuntándole de pronto con una daga nazi, pero sólo quiere decirle que le quiere, que le necesita, que muere por ser su mujer, no importa su edad, no importa quién sea, todo es igual.  Cuando sus labios se abren, prestos para besar, las palabras brotan como una promesa sangrante: “Puedo irme a dormir ahora, pero por favor, respeta el futuro, es nuestra esperanza.”

 

La niña se marcha, pero él no puede evitar seguirla; también la siente como la primera, la auténtica, la original. Y al desabrocharse el cinturón, siente la hebilla como la rueda de un transatlántico que cruzase el Mississippi, desbocado como ellos. Pero vacila, porque él sabe cómo aprendió a tocarse ella mientras veía a los marineros ardiendo como tizones: sólo en medio de un infierno pudo aprender –y aprehender- tanto placer. Únicamente consigue reunir el valor, ante su cuerpo tibio y desnudo, de darle llama al cigarrillo que sostienen esos labios en éxtasis.

 

Nunca alcanzarán la Luna, o al menos, la Luna que desean; porque está flotando en pedazos, pálida y miserable, y no hay supervivientes. Así que dejemos a estos amantes preguntándose, una vez más, por qué no pueden poseerse, y vamos a cantar otra canción; ésta ha envejecido demasiado amarga.

 (Adaptación de Leonard Cohen)

A medio plazo...

 

Se sentir quelque peu romain
Mais au temps de la décadence
Gratter sa mémoire à deux mains
Ne plus parler qu'à son silence
Et
Ne plus vouloir se faire aimer
Pour cause de trop peu d'importance
Etre désespéré
Mais avec élégance

Sentir la pente plus glissante
Qu'au temps où le corps étais mince
Lire dans les yeus de ravissantes
Que cinquante ans c'est la province
Et
Brûler sa jeunesse mourante
Mais faire celui qui s'en dispense
Etre désespéré
Mais avec élégance

Sortir pour traverser des bars
Où l'on est chaque
fois le plus vieux
Y éclabousser de pourboires
Quelques barmans silencieux
Et
Grignoter des banalités
Avec des vieilles en puissance
Etre désespéré
Mais avec élégance

Savoir qu'on a toujours eu peur
Savoir son poids de lâcheté
Pouvoir se passer de bonheur
Savoir ne plus se pardonner
Et
N'avoir plus grand chose á rêver
Mais écouter son coeur qui danse
Etre désespéré
Mais avec espérance.

 

Jacques Brel 

This is hardcore

Qué brutal canción de Pulp...

You are hardcore, you make me hard.
You name the drama and I'll play the part.
It seems I saw you in some teenage wet dream.
I like your get up if you know what I mean.
I want it bad. I want it now.
Oh can't you see I'm ready now.
I've seen all the pictures,
I've studied them forever.
I wanna make a movie so let's star in it
together.
Don't make a move 'til I say, "Action."
Oh, here comes the Hardcore life.
Put your money where your mouth is tonight.
Leave your make-up on & I'll leave on the light.
Come over here babe & talk in the mic. Oh yeah I hear you now.
It's gonna be one hell of a night.
You can't be a spectator. Oh no.
You got to take these dreams & make them whole.
Oh this is Hardcore -
there is no way back for you.
Oh this is Hardcore -
this is me on top of you &
I can't believe that it took me this long. That it took me this long.

This is the eye of the storm.
It's what men in stained raincoats pay for but in here it is pure.
Yeah. This is the end of the line.
I've seen the storyline played out so many times before.
Oh that goes in there.
Then that goes in there.
Then that goes in there.
Then that goes in there. & then it's over. Oh, what a hell of a show
but what I want to know:
what exactly do you do for an encore? 'Cos this is Hardcore.

I'd love to

Again
I lay awake
and I cried because of waste

I'd love to
(But only with you
Only with you)

Oh, time is gonna wipe us out
There, I've said it loud and clear
So that you will hear
There's no one in view
Just you
Just you
And time will never wipe you out

Now I've had enough
I've had more than could be
My rightful share
Of nights I can't bear
How can it be fair ?
Time must wipe them out

So, again, I lay awake
In a trance
Oh, I just want my chance
But only with you
Only with you
That's all
That's all
Aah ... 


 Morrissey

Sencillamente canciones (III)

Sencillamente canciones (III)

Se ha hecho esperar esta entrega, pero bueno... Realmente hoy sólo traigo aquí una canción, pero en el disco incluye tres “introducciones” de las cuales tengo dos en el lápiz. Me trae muy buenos recuerdos, porque es una canción a dos voces que la cantaba (o mejor, la berreaba) con Javi cuando íbamos al Pryca en coche a hacer la compra de la semana, y no nos interrumpían las carcajadas. La música es aceptable, rockera estándar, y la letra... bueno, pues mejor transcribirla, porque no tiene desperdicio. Algunas de las frases me sirven de comodín habitualmente, como sabréis alguno de vosotros. Y el título del disco no tiene desperdicio: “Demasiao perro pa trabajá, demasiao carvo pa rocanró”. Ahí va la letra; si podéis encontrar la canción no lo dudéis, porque las dulces voces de los dos individuos son imponentes. Me faltan dos o tres palabras que no entiende ni Cristo. Con la M abrevio “Mateo”, y con la O abrevio “Otro”.

 

Intro 1: Ring, ring...

- Sí. dígame?
- Está Mateo?
- Sí, soy yo. Que quién es?
- Illo, soy yo otra vez tío. Illo me vas a dejar eso o no?
- Qué pesao eres tío! Illo déjame que eres mu pesao tío!
- Illo párate párate párate! Illo párate! Shhhh Párate, párate.
- Qué quieres?
- Que me dejes la muñeca to la noche, tío!
- Que no tío que no te dejo la muñeca, que la muñeca es mía, tío, que te compres
una! Mira, a chuparla!
- Illo! Illo haz el favor, t..! Illo, haz el favor tío! Illo, illo, illo, illl..! Grrrr ya te cogeré!!!
 
 
Intro 2:
Piiiiiiiiiiiiiii...
- Illo quién es? Que son las cuatro de la mañana para dar por culo con el puto timbre!
- Illo! Está Mateo? Está Mateo?
- Sí, soy yo. Quién carajo eres?
- Illo, illo haz el favor, me vas a dejar eso o no???
- Qué pesao eres tío! Eres más pesao que el que mató un cochino a besos! Déjame tranquilo tío!
- Illo, déjame la muñeca to la noche tío!
- Qué pesao eres tío!
- Favor, favor!
- Mira, al carajo!
- Illo, illoillo... ya te cogeré!

 

Intro 3:

 
- Mateooooooooooooo!!!! Illo, sal al balcón! Mateooooooooooooo!!! Eeeeeeeh!!!!
- Qué pasa tío, con esas voces!!!
- Mateooooooooooo!! Déjame la muñeca, tío!!!!!!!!
- Te voy a dejar un mojón, te voy a dejar!!! Vete ya tío, déjame intranquilo tío!!!
- Ya te cogeré, ya te cogeré.
- Illo además, como llamo a la policía..
- Mateooooooooooooooo!!!! P´acá!!!!!!!!!!!!!! Muñeca!!!!!!!!!!!!!
- Al carajo otra vez!
- Sí, ya te cogeré, ya te cogeré, gachón!

La canción:

M:Yo tengo en mi casa lo menos cinco muñecas hinchables
y mira que me las pide la gente
pero yo no se las dejo a nadie
Y en la fábrica tengo un amigo mío
que me las pide todos los días diez o doce veces
¡Mira que es pesao el tío!
Y a mí me duelen de hacerle cortes de mangas los brazos
porque ese tío es una jartá de pesao
¡ese tío es un coñazoooo!
¡Ojú, que miedo, por ahí viene, ojú por ahí viene el tío!
O: Illo, illo, illo, ven p'acá, ven p'acá, ven p'acá
¡¡¡¡¡Ayyyyyyyyy Aaaaaaaah que me la dejeeeeeeees!!!!!!!
O: ¡Illo déjame la muñeca to la noche!
M: ¡Te voy a dejar un carajo!
O: ¡Déjame la muñeca to la noche!
M: ¡Te voy a dejar un mojón!
O: ¡Déjame la muñeca to la noche!
M: ¡Anda y vete a tomar por culo!
O: ¡Déjame la muñeca to la noche!
M: Dios mío, qué pesao...
O: Aaay, que tengo mucho poblema. ¡Que no paro de hacerme pajillas!
O: ¡Ay, por Dios te lo pido!
M: Como si me lo pides por la Virgen.
O: ¡Ay, me dejas la muñeca to la noche!
M: No me sale de los cojones.
O: ¡Ay por tus muertos tooooos!
M: ¡Ay, ni por mis vivos!
O: ¡Sisplaaaaaaaaaau!
M: Ponte de rodillas, ponte de rodillas.
O: ¡Y una leche! ¡Que me la dejes aaaah!
O: ¡Illo déjame la muñeca to la noche!
M: ¡Te voy a dejar un...!
O: Que me dejes la muñeca to la noche
M: Ay que no me da la gana.
O: ¡Déjame la muñeca to la noche!
M: Ya puedes llorar sangre si quieres.
O: ¡Ay que me dejes la muñeca to la noche! ¡Aaaaaah!
O: ¡Ay que me gusta el olor a goma! ¡Sisplau!
M: ¡Pues cómprate un flotador!
O: ¡Ay que me la dejes! ¡Ayyyy Auuuu!
O: ¡Déjame la muñeca to la noche!
M: Te voy a dejar un cipote.
O: Que me dejes la muñeca to la noche.
M: No me sale del huevo izquierdo.
O: ¡Déjame la muñeca to la noche!
M: ¡Te voy a dejar un mojón!
O: ¡Que me dejes la muñeca to la noche! ¡Aaaaah! ¡Por favor te lo pido!
O: ¡Déjame la muñeca to la noche!
M: ¡Cómprate un tigre y aráñate la cara!
O: Que me dejes la muñeca to la noche.
M: ¡Cómprate un heavy y peléate con él!
O: ¡Déjame la muñeca to la noche!
M: Te vas a comer lo que se comió Clavijo.
O: ¡Que me dejes la muñeca to la noche! Sisplau y no te hagas el remolón aaah!
O: ¡Ven aquí por favor ahhhh!
O: ¡Déjame la muñeca to la noche!
M: Te vas a comer lo que se comió Mahoma.
O: Que me dejes la muñeca to la noche.
M: No me sale de los cojones.
O: ¡Déjame la muñeca to la noche!
M: ¡Tío déjame tranquilo!
O: ¡Que me dejes la muñeca to la noche! ¡Aaaaah!
O: ¿Es que no me estás viendo? ¿Cómo sudo?
O: ¡Déjame la muñeca to la noche!
M: ¡Aaaay no me da la gana dejarte ná!
O: ¡Déjame la muñeca to la noche!
M: Anda y vete a pegarle peos a una vaca.
O: ¡Déjame la muñeca to la noche!
M: Illo anda que ??? de calor.
O: ¡Que te compro un piso en Valderrama!
M: ¡A mí me da lo mismo que me compres lo que me quieras comprar, quillo!
O: ¡Con vistas al mar!
M: ¡Como si son con vistas a una ventana que hay una tía todas las mañanas cambiándose los sujetadores de tres en tres! ¡Déjame tranquilo tío, que eres una jartá de pesao, que eres más pesao que un collar de melones, que eres más pesao que mi suegra!
P.D: La canción no está en Internet, así que hago algo por la vida.

Rainy day women

 Que cada uno ponga al lado los nombres que correspondan...

 

Hay mujeres que arrastran maletas cargadas de lluvia,
hay mujeres que nunca reciben postales de amor,
hay mujeres que sueñan con trenes llenos de soldados,
hay mujeres que dicen que sí cuando dicen que no.

Hay mujeres que bailan desnudas en cárceles de oro,
hay mujeres que buscan deseo y encuentran piedad,
hay mujeres atadas de manos y pies al olvido,
hay mujeres que huyen perseguidas por su soledad.

Hay mujeres veneno, mujeres imán,
hay mujeres consuelo, mujeres puñal,
hay mujeres de fuego,
hay mujeres de hielo,
mujeres fatal,
mujeres fatal.

Hay mujeres que tocan y curan, que besan y matan,
hay mujeres que ni cuando mienten dicen la verdad,
hay mujeres que abren agujeros negros en el alma,
hay mujeres que empiezan la guerra firmando la paz.

Hay mujeres envueltas en pieles sin cuerpo debajo,
hay mujeres en cuyas caderas no se pone el sol,
hay mujeres que van al amor como van al trabajo,
hay mujeres capaces de hacerme perder la razón.
Hay mujeres que compran a plazos un nicho en el cielo,
hay mujeres que cambian abrazos por ramos de azahar...

Joaquín Sabina

Sencillamente canciones (II)

Sigamos con las songuitas. Me gusta esto, aunque hoy es un poco tarde, y como decía Serrat, ha sido un gran día.

 

7. Desenchantée. Otra canción de baile, aunque creo recordar que la original no lo era. Y también con tendencias progressive, aunque menos puras que la anterior. Yo pensaba que era una canción personal, pero luego leí la letra y en ella Kate Ryan se refiere al desencanto de una generación. Y la protagonista lanza un desesperado SOS “Todo es caos a mi alrededor, mis ideales hundidos, sólo busco un alma que pueda ayudarme!!!”. Y los sintetizadores marcando una melodía repetitiva y desasosegante. Mi mayor recuerdo de esta canción está unido a una noche de juerga en Lloret, cuando retuve la melodía pero no la letra, y desée con todas mis fuerzas haber tenido a mi alrededor a la gente apropiada para disfrutarla. No era así.

 

8. The blower’s daughter. Segunda y última aparición de Damien Rice aquí. Seguramente la canción que más tiempo lleva globalmente en el lápiz, y de las pocas que salieron, breve tiempo, para volver a entrar. Para quien no la conozca, es la que abre y cierra Closer, una película que sin ser buena como tal, merece la pena por lo adulto y real de lo que propone; pocas veces una canción encajó tanto con un filme. He leído las interpretaciones más variopintas de este tema, incluso conectadas con leyendas celtas, pero la que más me creo y más me gusta es, sencillamente, que Damien se enamoró de la hija de su profesor de flauta cuando era niño, y retuvo el recuerdo para siempre. Quizá es la canción de todo el mundo que más me altera cuando la escucho, significa demasiado para mí como para que pueda hacerlo con tranquilidad.

 

9. Jungleland. Me referí a ella hace unos pocos posts, cuando la descubrí en directo en youtube. Como ya dije allí, me parece la mejor canción jamás compuesta por nadie, con ligera diferencia sobre Stairway y la rapsodia bohemia. Tomando como punto de partida  un enfrentamiento entre bandas, Springsteen desarrolla una larguísima letra donde poco a poco la historia se va abriendo, como círculos concéntricos, con toques ambientales, simbólicos y filosóficos, de ambición inusitada para un simple tema. No parece exagerado decir que los gritos finales de Bruce son la expresión máxima de la mística del rock, agotados ya los temas del amor y la muerte. Musicalmente, la canción es casi una sinfonía: comienza con el sutil violín de Suki Lahav ambientado unas frases de piano de Roy Bittan que anticipan el Romeo and Juliet de los Dire con un toque marcadamente naïf. La primera estrofa, contenida, se cierra con los primeros golpes batería que introducen un ritmo marcadamente rockero; un crescendo contenido, con un par de highlights, que puntea el solo de guitarra de Stevie. Cuando concluye esa primera parte, entra el esplendor indescriptible del saxo del Big Man, con tres minutos estremecedores de virtuosismo sin par, a través de la cual evoluciona el tema de lo concreto a lo abstracto, de la alegría al sufrimiento, de la eficacia a la grandeza... moviéndose en las fronteras del jazz. Acabado el inolvidable solo, de nuevo levísimo teclado para enmarcar la voz lejana que nos habla de consumación. Y para rematar, subida descomunal, irrepetible, con los seis bramidos del Boss que son ya historia de la música. Un Presto para terminar. Como la Heroica.

 

10. Crawling. Linkin Park a la palestra. Poco puedo decir de ellos, salvo que es un grupo en el que me gustaría introducirme porque están llenos de energía. Me encanta ese organito que de repente es perturbado por auténticos alaridos que nos llevan a los momentos más desquiciados del pobre Kurt. Y en el medio, estrofas donde se entremezclan el tono cansino de Thom Yorke, la cualidad descarnada de la voz de Eddie Vedder y guiños hiphoperos. Un estupendo cóctel con el que creo me emborracharé más de una vez los próximos meses.

Sencillamente canciones (I)

Comienzo con este una pequeña serie de posts sobre las canciones que llevo en mi lápiz, y que por tanto acabo escuchando casi seguro una vez al día. Pocas cosas pueden dar más pistas sobre mi estado de ánimo y sobre lo que me va interesando en cada momento, y además en general son canciones muy buenas, así que lo que escribo puede servirle a alguien. Allá vamos.

 

1. Pues es curioso, pero la que comienza la lista no sé ahora mismo como se llama. Es una cancion progressive, de esas que es imposible escucharlas quieto. Para no iniciados, el progressive es esa música discotequera que se caracteriza por descomunales subidas, habitualmente apoyadas en fuertes cajas y percusiones. La última vez que escuché esta canción sin ser en mi propio mp3 fue en un coche en Badajoz a toda pastilla  -pues como previo de juerga no tiene precio- y me la dio a conocer un excompañero de piso de Barcelona, que la utilizaba para fines parecidos. Advertencia, no es “la canción de los tambores”, que esa sí sé como se llama.

 

2. Angelina, de Dylan. Prototipo de la canción misterio, una de las más extrañas y sobrecogedoras canciones de amor jamás escritas. Se desconoce a quien se la dirigió el maestro, y de no haber sido rescatada en las Bootleg Series, permanecería en el olvido de las profundidades más abisales, las de las viejas tiendas de discos de segunda mano, y las de la Red de Redes, quizá peores. Imágenes inolvidables, como “He visto trozos de hombre marchando a tomar el cielo, veo al jinete desconocido, al caballo blanco”. Y en medio de este desierto, de este valle de los gigantes, mientras la sangre se seca en nuestro pelo, vemos a esa mujer cuyos ojos serían el orgullo de una serpiente, que fue robada con tres años y que ya ha tomado venganza. Por ella le pediremos piedad a Dios y dormiremos en lugares malditos. Oh Angelina..

 

3. Take this waltz, de Leonard Cohen. La conozco desde hace casi quince años, cuando entró en mi vida en una de esas míticas cintas puercas; incompleta, mi incultura de aquella época (sólo ligeramente mayor que la actual) me mantuvo en la inopia sobre su autor hasta que me lo reveló Carlos un día que pasó por mi casa; más tarde averigüé que la jicha que le da un sabor tan especial a la última estrofa es la dulcísima Jennifer Warnes. Me compré I’m your man, un disco supremo, sólo para tener esta joya entera en la época pre-internet. Qué decir cuando se juntan dos genios como Leonard y Lorca en este vals donde hay un violín que a ratos suena a slide, donde manda el piano –a veces los vientos- y los coros proporcionan una oscura profundidad. Es una historia o monólogo de ansiedad y deseo, con algunos toques surrealistas y otros de una belleza que parece sencillamente imposible. Lo bailé, momento de una vida, con Rosa, aunque no en Viena sino en Barcelona.

 

4. Fallen, de Franz Ferdinand. No puedo decir mucho de este corte en particular, porque hace poco que entró, pero sí que muy pocas veces he sentido la sensación de alteración y torrente que provoca este grupo, que por cierto conocí como teloneros de U2 en el concierto de Madrid. Que en esas pésimas condiciones (de día, técnicos montando, la gente a otra cosa) consiguieran la atención del personal ya merece un monumento. Pero es que a veces dan sensación de fuerza incontenible, con la voz que parece aleatoria hasta que de repente entra en la línea armónica del guitarreo ametrallador. Difícil resistirse, y no recomendable para nostálgicos, depresivos motu propio o, en general, gente tranquila.

 

5. Amie, de Damien Rice. Una canción que me llegó de Francia, y que en su extrema sensibilidad esconde tesoros de delicadeza, contrapuestos con referencias sutiles al sadismo (vía O). Al final, como dice el mismo Damien, no es nada extraño, a veces en la vida lo más duro y lo más suave no están en realidad tan lejos. De nuevo violines, más dialogantes que en la canción de Cohen, y esa guitarra que este sensacional músico hace sonar con una cualidad solitaria terriblemente personal e intransferible. Un verso que me identifica en momentos no tan buenos: “Just a little soldier in my road to nowhere”. No he podido traducirlo de modo que no pierda su cualidad de desamparo, lo siento.

 

6. Je te mentirai, versión de Patrick Bruel y Cabrel. Quizá el estándar que uno piensa cuando se pregunta por una balada francesa, y que a mí me trae recuerdos de Barcelona y de un disco, iniciático, que se llamaba “Una mica de França”. Pero en su dulzura que linda los peligrosos terrenos de la sensiblería, uno encuentra, a veces, una sensación de sincero desvalimiento que, dependiendo del ánimo, puede recorrer subida en un triste piano los áridos terrenos de la (auto)compasión, la indefensión y la resignación. Una melodía para escuchar en esos momentos en que haces por alguien algo que nunca harías por ti, y que sabes que puede incluso humillarte, ensuciarte, hundirte en el fango. Pero lo haces, o comprendes a quien lo haya hecho.

  

Solemne

Solemne

Hoy he recordado un momento que me encanta, que es ya parte de la Historia de la Música. De muchos es sabido que Beethoven (mi compositor favorito, by the way) ha sido el gran impulsor, a través de sus maravillosas obras, de sentimientos que son básicos en lo que la Humanidad tiene, precisamente, de humana: la libertad, la alegría, el  heroísmo... No es tan conocido, en cambio, cómo terminó su vida siendo bastante enemigo de todo modo de religión organizada.

 

A pesar de esto, cerca ya del final y en plena etapa cumbre de su creatividad –la última de las tres en las que normalmente se divide su evolución musical- compuso una de sus obras cumbre: la Missa Solemnis, segunda composición de este estilo abordada por el compositor tras la misa en Do de muchos años antes. Es imposible explicar aquí la magnificiencia de la Solemne: sus descomunales proporciones, que la hacen inviable para la liturgia; el comienzo del Gloria, con escalas ascendentes que semejan ángeles remontándose en el firmamento; o el maravilloso solo de violín que da comienzo al Benedictus, quizá el momento más célebre, por sutil y delicado, de toda la partitura.

 

Yo quería referirme aquí a un momento concreto que siempre me ha llamado mucho la atención. En el cuarto número del Credo, se escucha nítidamente a los cantantes la presentación de la Tercera Persona: “Et in Spiritum Sanctum, Dominum et vivificantem: qui ex Patre Filioque procedit. Qui cum Patre et Filio simul adoratur et conglorificatur, qui locutus est per prophetas.” A partir aproximadamente de la mitad de la frase, el volumen de la música va ascendiendo, mientras el coro grita, cada vez con más fervor, “Credo, credo”. Y cuando uno espera la afirmación de fe en la Santa Iglesia, Católica y Apostólica, el mar de fondo es tan descomunal (especialmente con los vientos lanzados a toda máquina) que se hace imposible entender nada. Sólo vuelve el mensaje cuando súbitamente se callan los trombones y se oye “Creo en el perdón de las pecados”, que dará paso, unos segundos después, a la monumental fuga “Et vitam venturi saeculi”.

 

Sólo un genio como Beethoven podía realizar tamaña profesión de fe mediante un silencio. Quizá porque entonces su vida ya lo era. Cuánto lo admiro.

Los que me conocen saben cuál es antes de clickar el link

Los que me conocen saben cuál es antes de clickar el link

Hace casi quince años que la escuché por primera vez, y hasta hoy no la había visto nunca interpretada en directo. Sencillamente, la mejor canción del mundo.

http://www.youtube.com/watch?v=0aRhqVWUPPs

Una noche de sábado

Una noche de sábado

A pesar de lo que indica la hora de colgada del post (blogia es una mierda y ahora mismo no funciona, voy a emigrar a blogspot ya mismo) ahora mismo son las cinco menos diez de la mañana del sábado. Acabo de dejar encima de la cama, las vestiduras negras, y estoy con una camiseta de Ulises 31 que a alguien que lea esto le sonará, unos pantalones de un pijama que creo que es de Rosa, y bebiéndome un vaso de leche en plan Abuelo Cebolleta. He llegado hace un rato, y mi doble noctámbulo no me permite acostarme todavía.

 

Una noche de nivel medio alto. He conocido por fin un garito del que hace tiempo que había oído hablar, pero en el que jamás había estado hasta ahora, el Honky Tonk (supongo que homenaje a la famosa canción de los Rolling que, como muchas de Mick y sus amigos, no han cambiado precisamente mi vida). Se trata de un sitio muy apañado, con dos plantas, una superior de disco-pub, que no exploré completamente, y una inferior donde hacen los conciertos, con un pequeño escenario y un aforo bastante respetable. Tres características hacen este lugar bastante apetecible para mí, y un posible retorno más que probable. En primer lugar, hacen conciertos, alrededor de las 0:30, TODOS los días de la semana. Los grupos no son conocidos, pero como opción es harto elegible y respetable. Segundo, la entrada es gratuita, y las copas no son excesivamente caras. Y finalmente, siendo esto lo más personal de todo, el hecho de su ubicación junto a Santa Engracia (una de esas calles de Madrid que en cualquier otra ciudad merecería la calificación de avenida) me permite trincar, caso necesario, un autobús nocturno que pasa con frecuencia digna y me deja en la puerta de mi domi.  Hoy no ha sido así, porque cuando dudaba si volver a casa –los chicos con los que iba se retiraban a Móstoles- o tirar de agenda movilesca para localizar a algún otro crápula amical que estuviera quemando la noche madrileña, he recibido un regalo del Altísimo en forma de taxi. A esa hora, y en una zona tan concurrida como Alonso Martínez, despreciar tal obsequio se halla en el rango de la blasfemia, y no me sentía yo tan fuerte para tenérmelas tiesas, a esas horas y solo, con el que parpadea dentro del triángulo.

 

El concierto, al que fui como breve excusa para reencontrar a E. y conocer a sus amiguit@s llegados ex-profeso para el puente, se erigió pronto en icono central de la noche. El nombre se me ha olvidado, pero no creo que a quien desee conocerlo le suponga demasiado pinchar en la página de la Guía del Ocio y buscar cuál era hoy la programaciao de la sala. Lo componían el vocalista, que era el que llevaba la voz cantante –nótese el ingenioso juego de palabras- con un histrionismo que resultaba a veces cargante y otras divertido. De negro riguroso, camiseta cutre y una pinta de mexicano –sin serlo- que uno esperaba que en cualquier momento se arrancara con Cielito lindo o similar. No lo hizo, pero en algún momento aludió a la Rosita estándar. Lead guitar para un tal Rafa, alto y desgarbado, todo nariz, y un poco apartado de los demás, en un rincón donde le adoraban un par de groupies que estaban claramente por debajo de cualquier listón. En el bajo otro tipo crecidito, hierático como un dios egipcio (concretamente como las representaciones de Ra, porque era calvo como una pelota), y que según confesión del cantante tenía hoy una mala noche. El baquetas aparentaba 55 años más de los 55 que al parecer tiene, y según frase del vocalista en un momento divertido (siento citarlo tanto, pero es que no paró de hablar en dos horas), tenía tipo pasarela Cibeles. En otro momento dijo que Manolo Jiménez –su nombre- era el rocanrol. En fin. Cerrando el quinteto a lo loco, se sentaba el teclista a la izquierda; joven y eficaz en un aparente desinterés que a veces rozaba lo preocupante: un par de veces temí que cayese dormido sobre el teclado con sus greñas cerdas y su barbita. Pero no, seguía a lo suyo, y a veces tomaba el mando con autoridad.

Del repertorio que soltaron los chavales, lo primero que conocía fue una versión de Born to be wild bastante cañera para los medios de los que disponía. Aunque la hubiera disfrutado más sin el sufrimiento inherente a no recordar el nombre del grupo autor de la canción. Tras encuestar infructuosamente a mis compañeros, amagué con enviar un mensaje a J. que seguro que me hubiera contestado al momento, caso de estar despierto (era la 1:30 de la mañana). Recién dada la tecla de “Send”, acompañé la emigración de mis amiguetes a la barra confirmando que los acordes que escuchaba era la enésima versión de Knockin’ que pasa por mi cabeza. A la vuelta, recuerdo a la vez el nombre de la banda que me torturaba –Steppenwolf- como el hecho de que por estar en un subterráneo era difícil que mi mensaje hubiera llegado a ningún lado.

 

 Ubicados ahora en mejor posición, disfruté tanto del Proud Mary de los Creedence como de la parrafada inicial de Pancho Villa, presentádola como un ejemplo de soul (?). 

Por ahí hubo un Sweet Home Alabama que yo canté, como no podía ser de otra manera, en español con acento gallego, y un poco de pachangueo que incluía las famosas notas de Here comes the hotstepper, que inicialmente son de una canción que no conozco y que riffearon a dos guitarras. Después presentación de los músicos y primera confirmación de que el tipo era fan de Springsteen, por cuanto que ese Master of the Universe dedicado al batería está ya demasiado registrado como marca de fábrica del Big Man a partir de los conciertos jeferos de los middle seventies. La segunda fue un Hungry heart casi sin solución de continuidad, con una pronunciación en inglés ciertamente discutible, pero a la que hice los honores merecidos. Siguieron un par de temas propios: un loquillo-like llamado “Andando en el alambre” o algo así, que da cumplida y tópica fe de por qué esta banda se gana las habichuelas tocando temas ajenos, y una balada con cierto gancho comercial, “Tiritando de frío”. La cosa se cerró con una versión eterna del “I still haven’t found” que hizo que todos nos marcháramos de allí con buen sabor de boca. No hubo bises. Y volveré a ese sitio.

  

Silvio por Palestina

Silvio por Palestina  

 Anoche estuve en un maravilloso concierto de Silvio Rodríguez. Aparte de que en mi vida he visto a un público tan sumamente entregado, y de que estuvo dos horas y media, cantando canciones conocidas y desconocidas, bisando cuatro veces y tumbando al respetable, me impresionó sobremanera un poema de Luis Rogelio Nogueras que recitó. Ahí va.

 

"HALT!"
Luis Rogelio Nogueras (Poeta cubano)

Recorro el camino que recorrieron cuatro millones
de espectros.
Bajo mis botas, en la mustia, helada tarde de
otoño
cruje dolorosamente la grava.
Es Auschwitz, la fábrica de horror
que la locura humana erigió
a la gloria de la muerte.
Es Auschwitz, estigma en el rostro sufrido de
nuestra época.
Y ante los edificios desiertos,
ante las cercas electrificadas,
ante los galpones que guardan toneladas de
cabellera humana
ante la herrumbrosa puerta del horno donde
fueron incinerados
padres de otros hijos,
amigos de amigos desconocidos,
esposas, hermanos,
niños que, en el último instante,
envejecieron millones de años,
pienso en ustedes, judíos de Jerusalem y Jericó,
pienso en ustedes, hombres de la tierra de Sión,
que estupefactos, desnudos, ateridos
cantaron la hatikvah en las cámaras de gas;
pienso en ustedes y en vuestro largo y doloroso
camino
desde las colinas de Judea
hasta los campos de concentración del III Reich.
Pienso en ustedes
y no acierto a comprender
cómo
olvidaron tan pronto
el vaho del infierno

Auschwitz-Cracovia, 21-10-79

Reinventando

Venía hoy para la Facultad escuchando la descomunal demostración que hace Morrissey con el “Subway train” de los New York Dolls

 I can’t ever understand

Why my life has been cursed

Poisoned and condemned… 

y me he puesto a pensar en esos genios que primero toman un original, después se hacen con él, lo superan y lo multiplican por mil, hasta que al final han rebasado sin piedad los límites de la versión para convertir esa canción en algo completamente suyo, incomparable, maravilloso y, lo que es más difícil, único. Trascendiendo hasta el límite el modelo que fue sólo eso, una idea inicial.

 

Qué canciones se me han venido a la cabeza dónde ocurre eso?? Pues muy pocas, por eso me gustaría que me ayudaseis.

 

-         Chimes of freedom, de Dylan, cantada por Springsteen en una gira de Amnistía Internacional o algo así.

-         Pasaba por aquí, un tiempo medio fácil de Aute convertido en diamante por la voz de Pedro Guerra.

-         Por supuesto, lo que hace Jimi Hendrix con el All along the watchtower, también de Dylan, quizá la canción más versionada que he visto. Aunque hay que reconocer que aquí el original también tiene su miga.

-         La explosión del Freddy más dandi al ritmo del Great Pretender de Los Platters también tiene su miga..

[...]

Canción definitiva

 Mi cancion definitiva

Hay por ahí un tipo que se llama Luis Ramiro y que es junto a Tiza el mejor cantautor,en mi opinión, que vuelca su talento por las entrañas de Madrid y aún no ha saltado a las grandes amplitudes del mainstream. La canción que aquí os dejo lleva en mi mp3 meses, y aún no me veo quitándola. Siguiendo una costumbre que vengo practicando últimamente, he resaltado en negrita las partes que realmente describen mi vida. Y son muchas, por eso me parece tan bueno Luis. Bueno, por eso y por muchas otras cosas. Gracias Lola por descubrírmelo. 

 


Voy a hacer mi canción definitiva, la que cuenta y recuenta mi corta y larga vida,

a escribirla en tinta roja como todos los ladrillos de mi barrio, el rojo del fracasado, como el vino rancio

que se beben todos los borrachos....

cuánto me queda...cuántos amigos se tiraron del camino..cuánto he llorado y por qué coño me he reído

en estos años
...qué canción me hizo morir estando vivo...

y qué día me afeité y se perdió todo mi niño...

no puedo soñar dormido si a la noche tengo frio..

24 años, 24 frases, 24 abrazos a mi mismo...cuándo tocaré en Las Ventas como Lennon y MC Cartney, como Silvio...

cuándo sonará el teléfono llamándome a gritos...

cuatro letras como las cuatro estaciones...Luis en soledad, Luis en gilipollas, Luis en hombre flojo, Luis en ser humano...

Quién me echará una mano y unas gracias a la vida...quién me dará una salida...un hasta pronto, un ten cuidado...

Las caricias de mi madre, los silencios de mi padre y mi hermano que es hermano más allá de toda sangre...

estoy llorando y no he empezado mi terapia de curar los malos sueños, me he cansado resumiendo los orgasmos

en mi vida de frustrado
...cuando quiero que me quieran, se que pido demasiado, que la luna está muy cerca,

yo la he visto por mi barrio aunque no hay nadie que me crea y si miento no es pecado...

Tribunal y sus mil plazas, mis amigos los greñudos, muchos besos para ellos por si acaso no nos vemos,

y mi bajo y mi guitarra que no es mía...es de Maria...y Sarabia en discusiones...Y Sarabia como hermano...

Sarabia en ilusiones...

Mi pueblo y mis amigos se hacen viejos y me pierdo sus arrugas...sus vicios...y mi abuela ya se ha muerto...yo he llevado

su ataúd volando por todo el entierro... y aún recuerdo sus ojitos

diciéndome: " Mijito, si te encuentras solo, yo te encuentro algún amigo"...

Pero tengo otra gran madre..otra abuela siempre vieja, que me cura el desengaño si estoy triste...acojonado...

si me muero por la vida...

El Bola y tantos años de casados como hermanos...se pasaron de juguetes a nostalgias y cigarros...

Y David y los mil discos escuchados y ahora pienso por qué coño aún no nos hemos abrazado...

El Poli, los insultos, el cine, Villaverde, calimocho en aquel parque...los domingos de regreso hacia ninguna parte...

Neruda y compañía...los trenes para Atocha...mi autobús 59 y Madrid como un colegio y El Rastro como un recreo...

Bocadillos de tortilla, Pizza Hut y el comunismo....y mi cabeza no asimila lo que cambia en un segundo mi concepto de alegría...

Andrés y cada frase...nuestro grupo y la guitarra y el amigo y el amigo y el amigo que ahora somos....

24 resumidas...24 maldiciones...24.000 destinos que ahora sé que no son míos, y mi foto en el carnet que no soy yo sino un abismo...

Un "te quiero" de Melissa...un consuelo de Maria...un "me gustas", "hasta pronto", tantas tantas despedidas

y el sonido inconfundible del dolor en mi garganta
...y mi gata que no entiendo por qué lloro junto a ella y la acaricio por la noche...

Mi discurso final ante el congreso de la vida sé que voy a improvisarlo cuando tenga ochenta años y con suerte...

que no temeré a la muerte si me coge sonriendo...

dónde estás...mi pasado...mi presente...cuántos pueblos me he dejado en la cuneta de mi mente....

que perdonen mis insultos...

mis molestias...

mis agravios...

que algún día todos sepan que he querido...

que he amado...

que esta casa sin personas no tendría ningún sentido, está muy claro...

24 libros buenos...

24 apariciones en mi vida....

24 colecciones tan privadas...sólo mias...porque nadie puede entrar en los pasillos de mi alma ni en el alma de ninguno...

cada cual tiene su mundo...

Y con esto acabo....

y no se vayan todavía....que aún hay más "verdulerías"...

ya les cuento en un futuro si todavía tengo fuerza de venderme por palabras...

esto es sólo un primer tomo...

suscribirse si interesa...y si no, pues hasta pronto...que voy a tender la ropa que ahora es lo que más me importa...

así que ya veré mañana...25, 26, 27 madrugadas...

me despido con un beso...

y ahora sí....

ahora sí que cuelgo...

que la ropa hay que tenderla...

que no quiero estar desnudo

para que me veáis por dentro...

Treinta y tantas

Para que veáis por dónde van mis tiros musicales (y consecuentemente anímicos, aunque no del todo) últimamente, os dejo una relación de las canciones que tengo ahora mismo en el reproductor de mp3. Hacía tiempo que no ponía una buena lista, por cierto.  Os animo a que hagáis lo mismo. Si queréis más información sobre alguna canción o artista, sólo preguntad :D

 -         The blower’s daughter – Damien Rice

-         Never be enough time – Joe Grushecky and the Houserockers

-         Abrazado a la tristeza – Extrechinato y tú

-         Feel – Robbie Williams-         Love generation – Bob Sinclair-         All tomorrow’s parties – The Velvet Underground-         Pull me under – Dream Theater

-         Números rojos – Joaquín Sabina

-         My back pages – Bob Dylan-         Venus in furs – The Velvet Underground-         Let’s get it on – versión de Jack Black

-         Pájaros de Portugal – Joaquín Sabina

-         Ay Rocío – Joaquín Sabina

-         Seis tequilas – Joaquín Sabina

-         After the gold rush – Neil Young-         Subterranean homesick blues – Bob Dylan-         Jack-ass – Beck

-         Tiovivo – Luis Ramiro

-         Mi canción definitiva – Luis Ramiro

-         You know I couldn’t last – Morrissey-         Losing time – Dream Theater-         Ahora – Luis Ramiro-         Gold mine gutted – Bright eyes-         Arc of time – Bright eyes-         Hit the swit – Bright eyes

-         Qué hace una chica como tú en un sitio como éste – versión de Loquillo

-         Subway train/Munich air disaster 1958 – The New York Dolls/Morrissey

-         Si está bien – Los Planetas

-         Down a rabbit hole – Bright eyes-         Take it easy  - Bright eyes

-         Estos últimos días – Los Planetas

-         I believe in symmetry– Bright eyes-         Devil in the details – Bright eyes-         Don’t talk (Put your head on my shoulder) – Beach boys-         You still believe in me- Beach boys-         Blue orchid – The Strokes-         In the water – Sexy Sadie-         Mad world – Gary Jules

-        ¿ Dónde estás? – Versión de Calamaro, Loquillo, Urrutia y Bunbury

-         Dolores se llamaba Lola – Los Suaves

¿Descanso? dominical

¿Descanso? dominical

Todo viernes trae un poco más adelante su imprescindible mañana de domingo, siempre mejor si la ves nacer antes que morir. Mejor para mí esta vez, mucho mejor, ambiguas horas que mezclan...

 Si es posible, escuchad esto en la voz sin principio ni fin de Nico.

Sunday morning
Brings the dawn in
It's just a restless feeling by my side
Early dawning
Sunday morning
It's just the wasted years so close behind
Watch out the world's behind you
There's always someone around you who will call
It's nothing at all


Sunday morning
And I'm falling
I've got a feeling I don't want to know
Early dawning
Sunday morning
It's all the streets you crossed, not so long ago
Watch out the world's behind you
There's always someone around you who will call
It's nothing at all


Sunday morning
Sunday morning
Sunday morning

Una ¿mañana? de viernes

Friday mourning, I'm dressed in black
Douse the houselights, I'm not coming back
For years, I warned you
Through tears, I told you
Friday mourning, there comes a time
Before that breaks this very smug mug of mine

This dawn raid soon put paid to
All the things I'd whispered to you
At night time
And I will never stand naked in front of you
Or if I do, it won't be for a long time

Look once to me, look once to me
Then look away
Look once to me, then look away

And when they hold me down
And when they kick me down the stairs
I see the faces all lined up before me
Of teachers and of parents and bosses
Who all share a point of view
You are a loser
You are a loser

Friday, friday mourning
Dressed in black
I won't be coming back



Morrissey

Usted también es gallego, señor

Usted también es gallego, señor

 Hace un tiempo, cuando hablé en este mismo blog del concierto de Calamaro, dije algo a propósito de una lista mental mía de grupos de los cuales diría, si me muriera sin ir a un concierto suyo, que mi vida estaría incompleta. Pues bien, anoche fue momento de cubrir uno de esos huecos. En la sala Moby Dick, de tamaño un poco más pequeño que el justo, vi por primera vez en mi vida a Siniestro Total en concierto.

 Desde una lejanísima tarde de San Isidro, hace catorce años (que se dice pronto) en que me fijé por primera vez en ellos al escuchar el directo “Ante todo mucha calma”, han sido muchísimas, incontables las horas que me han llenado los oídos y la cabeza la variedad de estilos, la retranca gallega y la inteligencia sin fin de Julián y sus chicos. Ayer pude por fin disfrutarlos en directo, y más o menos estas fueron las impresiones que se me quedaron:

-         Fue uno de esos conciertos maravillosos en que conoces casi todas las canciones; de hecho no sólo las conoces, sino que muchas te las sabes, y puedes experimentar el placer de oír esa que está en un disco arrumbado del año de la polca, berrearla a grito pelado y darte la sensación de que estás haciendo un dueto con el cantante, mientras los de alrededor te miran raro y mascullan: ¿quién será el friki este que se las sabe todas? Ayer me pasó, por ejemplo, con Emilio Cao.

-         Aunque todos tocan muy bien, el descomunal carisma de Julián Hernández eclipsa al grupo. Creo que nunca he estado en un concierto en el que el artista hable tanto con el público y diga tantas cosas que son a la vez inteligentes, cachondas y nonsense. Tan pronto comentaba la actualidad de la tregua de ETA en boca de los taxistas madrileños, como reivindicaba la vuelta a la fase anal, calificaba un chiste malo como “digno de Reixa”, hablaba de que Madrid y Celta iban mal en la liga de su madre (¿?) o boicoteaba al bajista por interrumpir el discurso de su vida. La presentación de los músicos, la mejor que he escuchado desde las míticas, con Rosalita de fondo, de Springsteen en los 70.

-         Los colegas con los que fui al concierto, tan gafapasteros como lo soy yo a veces, comentaban al final que les había gustado esencialmente la primera parte del concierto, en que los gallegos habían conseguido el toque groovy con frecuencia. Me llamó la atención que prácticamente sólo valoraran la música y que ignoraran las letras, parte fundamental del valor del grupo. Me acordé de este post de Lola, en el que expresaba la opinión opuesta. Yo me quedo con el término medio, en un concierto que fue fundamentalmente rockero, con toques sucios en las canciones más recientes (aunque dulcificados por saxo nunca solista) y…

-         … y el momento glorioso punkarra!!! Fueron diez minutos de enloquecimiento absoluto, en el que enlazaron sin solución de continuidad Oye nena yo soy un artista, Purdey, Todos los ahorcados mueren empalmados y Al fondo al derecha. Cuando terminó la vorágine,  un mar de sudor inundaba la sala. Para calmarnos, Julián dijo en ese momento: ¿A que no sabéis cuál es la canción más famosa del mundo hecha con mandolina? Y atacó una sorprendente versión de Losing my religion que sólo se sabía a medias. El sabor punk reapareció brevemente en los bises cuando escuchamos decir: “Esta canción solía ser muy conocida…” God save the Queen, de los Sex Pistols. En contrapartida, el emblema de su época punki, Matar jipis en las Cíes, fue recordado en una versión lenta y tenebrosa, con reminiscencias góticas.

-         Consecuencias físicas personales. Primero, que cuando cantaba y me sabía enteritas canciones que hacía años que no escuchaba, casi podía sentir el ratón de mi ordenador cabecil entrando en esas carpetas que llevaban tanto tiempo sin abrirse. Y Dios mío como tenía la garganta cuando llegué a casa.

-         Siniestro sigue siendo el único grupo capaz de comenzar el concierto con el demoledor Marte de la suite Los Planetas de Gustav Holst, y acabarlo con el himno de la URSS (aunque luego el griterío de la gente se impuso a la música ambiental que habían puesto para echarnos y tuvieron que salir de nuevo, algo que sólo había visto en un concierto de Pedro Guerra).

Y finalmente, os dejo aquí el setlist, no creo que se me haya olvidado ninguna. Lo que no están es en orden. Saludos!

-         Todos los ahorcados mueren empalmados

-         Matar jipis en las Cíes

-         Ayatollah!

-         Oye nena yo soy un artista

-         Miña terra galega

-         Quiénes somos de dónde venimos

-         Bailaré sobre tu tumba

-         Emilio Cao

-         El síndrome de Estocolmo

-         Diga que le debo

-         Al fondo a la derecha

-         Tumbado a la bartola

-         Una palabra tuya

-         Cuánta puta y yo qué viejo

-         Ay Dolores

-         Vamos muy bien

-         Tan hermoso

-         España se droga

-         Cultura popular

-         Purdey

-         Chusma

-         Sobre ti

-         El loto azul

-         Bésame, soy gallego

-         Marte (los Planetas)

-         Miami Vice Theme

-         Losing my religion

-         God save the Queen

-         Himno de la Unión Soviética

Bonito entretenimiento

Bonito entretenimiento

  

Tengo una carpeta en mi portátil que se llama Leonard Cohen, que contiene toda la música y todas las letras de este autor. Sin embargo, en mi cabeza no pienso en ella como en un simple archivo de discos y canciones. Es algo así como poseer el cofre de un tesoro tan valioso que ni en mil vidas podrás abarcar toda la belleza que contiene; un mar eterno donde si lanzas tu caña y esperas un poco (mirando mientras al horizonte con expresión concentrada) podrás encontrar frases donde están todos los secretos de la vida y de la muerte; un pasaporte a la eternidad, en fin.

 Yo no soy un gran entendido en Cohen, llegúe tarde a él. Bueno, la verdad es que en cualquier momento se llega tarde, porque empieces cuando empieces a asomarte a su mundo, nunca te dará tiempo a cubrirlo entero. Pero eso es también la gran ventaja, porque siempre te sorprenderá.

  Me gusta practicar un juego muy sencillo, al alcance de cualquiera que posea conexión a Internete, Emule, unos conocimientos de inglés y un diccionario. Te bajas su discografía y su cancionero (este último accesible, por ejemplo, aquí). Estás sol@, y preferentemente es de noche. Te pones unos auriculares para no distraerte en el momento en que empiece la magia. Y llevas el ratón al interior de los archivos y escoges una canción al azar, con una única condición: si ya sabes fragmentos de alguna, mejor escoge otra, así la novedad es sorpresa. Voy a hacerlo, a ver cuál elijo...

Pues la que me ha llamado ha sido Lady Midnight.

Y comienzas a escuchar como la voz grave del judío canadiense empieza a desgranar sus estrofas llenas de sabiduría y pasión, de sangre y sudor y semen y sal, y mientras tus ojos (o a veces tu voz) le acompañan a través de la letra, abrumado por su grandeza, y siempre encuentras la joya –o muchas veces, las joyas-. La que he encontrado yo en esta canción ha sido, en una mala traducción:

Intenté convencerla toda la noche, como tantas otras noches,
diciéndole: “Me des lo que me des, siempre necesito  mucho más”.
Ella me apuntó mientras me arrodillaba,
y contestó: “no intentes usarme o rechazarme tímidamente
sólo gáname o piérdeme
para esto sirve la Oscuridad”.

Qué genio.

Donde Google no llega (II)

Dentro de la orgía musical que supuso la noche de fin de año, hubo una canción que pusieron en el bar, y que era cojonuda. Encuestado, un amigo mío me dijo que no conocía el grupo ni el título, pero que en el video musical salía un niño dando la vuelta al mundo en bicicleta. Alguien se anima? Le envío la canción al que acierte Wink.

 Feliz Año, por cierto!!!