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El musolari errante

Mates

Mil abuelos ilustres

Mil abuelos ilustres

Quizá alguno de vosotros hayáis oído hablar de un tipo llamado Andrea Vesalio. Un individuo que vivió en el siglo XVI, estudió en la Universidad de Lovaina, y está considerado nada menos que el padre de la anatomía moderna. Llegó a ser Médico Imperial, y su obra De humanis corporis fabrica se considera fundacional de la disciplina en el sentido actual.

 

Todo esto es bastante conocido. Lo que no lo es tanto es que este tipo es.. mi abuelo!!! Al menos en sentido académico. No, no se me ha ido la chaveta, o al menos no más de lo que se me va normalmente, que es una barbaridad. El asunto es que hace ya algunos años, una universidad americana decidió animar a los matemáticos del mundo a un curioso proyecto, consistente sencillamente en anotarse en una página con el nombre, nombre de la tesis y nombre del director, y hacer esto para todos los matemáticos que uno conociese. La cosa ha tirado para adelante, y actualmente es posible rastrear el “árbol genealógico” matemático hasta realmente muy atrás. Hacía tiempo que no entraba en la página, y hoy como otras veces, he empezado a proyectarme hacia el pasado. Mi director, el suyo, el de éste, el de éste… Pronto, muchos de los más ilustres matemáticos de la historia han comenzado a aparecer, por obra y gracia de la estructura piramidal: Eckmann, Hopf, Dirichlet, Fourier o Lagrange van saliendo en esta línea directa que me honra a mí como a cualquiera. Cuando miré las últimas veces, las líneas solían cortarse por el siglo XVII. Sin embargo, el proyecto ha crecido, y en mi caso hay ramas que llegan incluso a ¡1400! Y lo llamativo es que, a partir de cierto punto, por obra y gracia de la mezcla de ciencias, aparecen tesis de biología, de medicina, de filosofía… Algo maravilloso.

 Así que nada, a partir de hoy, a presumir de parentela científica. Algo bueno tenía que tener dedicarse a esto.

 

Las curvas del crápula

Durante la comida de hoy se me ha ocurrido una medida bastante interesante del juerguismo del personal. Consistiría en dos curvas combinadas, que pueden simplificarse tanto como se quiera. El eje horizontal de ambas representa las horas del día en las dos curvas, y va de ocho de la tarde a las ocho de la tarde del día siguiente. Para no tener problemas filosóficos y evitar el continuo, suponemos dividido el eje horizontal en minutos, o sea las 0:00, las 0:01, las 0:02, etc, En el vertical de la primera lo que hay son números enteros, que designan el número de veces que el individuo se ha acostado a dormir a la hora que marca la coordenada x correspondiente. Como ejemplito fácil, si el tipo se ha acostado en su vida 2000 veces a las diez en punto de la noche, el valor de la función sobre las 22:00 sería 2000; si se ha acostado 22 veces a las ocho de la mañana, sería 22 sobre las 8:00, etc. La segunda gráfica es lo mismo, pero con la hora de levantarse. Excepto para trabajos nocturnos y tal, la primera gráfica será sobre todo decreciente a partir de, digamos, las 6 de la mañana, que será más o menos cuando la segunda empezará a crecer. Entonces, la medida de juerguismo es el punto en el que se cruzan las gráficas; cuanto más juerguista, más a la derecha. Mi punto de cruce debe de andar sobre las 6:50.

Cuc khoái

He encontrado el tesoro, véase también aquí líneas dos y tres en concreto. Aleluya. Subidón. Éxtasis. ¡Toma ya! Siiiiiiiiiiiiiii. Me voy de boda, hay prisa, volveré sobre ello. Levantado el velo que cubre la realidad, aunque sea en una esquinita. Abrazos a todos, diesen Küss der ganzen Welt! Hala, a seguir escuchando a Robert Sinclair, este es mi sentimiento ahora. What a good one!!!

Mi problema

Ya que últimamente escribo muy de tarde en tarde, voy a redimirme un poquito colgando un post bastante enjundioso. Trata de cómo ha sido el camino hacia la resolución de un problema de Matemáticas que me ha tenido interesado durante mucho tiempo. Hay bastantes tecnicismos, pero podéis saltároslos sin problema. Creo que esta historia (que para mí es una buena historia, vive Dios!) resume más o menos bien lo que es la investigación, o al menos tal y como la entiendo yo: una empresa que implica un gran esfuerzo individual y solitario, pero en la cual la colaboración y la ayuda de otras personas resulta imprescindible; una aventura con sus subidas y bajadas, sus momentos de euforia desbordante y los agujeros de desesperación y depresión, días, meses y años hermosos y duros, travesías del desierto, momentos inolvidables y situaciones límite, felicidad, cabreo, emoción, aprendizaje, tristeza, esperanza… y sobre todo, mucha intensidad. Tal como entiendo yo la vida. Ahí vamos:

1. Primavera de 2002. Me doy cuenta del interés de la BZ/p-celularización de BG, G siempre finito y p primo. En un principio, supongo que el problema debe resolverse de modo similar a al análogo para el caso de espacios de Moore M(Z/p,1). Pronto me doy cuenta de que la cosa no va a ser, en absoluto, tan sencilla, sobre todo después de cruzar con Jérôme un mail alusivo. En cualquier caso, aprendo las técnicas básicas, particularmente para espacios de Moore.

2. Otoño de 2002. Comienzo a trabajar en serio en el problema. En Septiembre y Octubre, Fernando y yo intentamos describir la cofibra de la aplicación de Chachólski, o al menos sus primeros grupos de homotopía, utilizando el enfoque de Brown-Loday y módulos cruzados, con bastante éxito en el caso del grupo fundamental. Tras esto, comienzo a identificar con precisión las diferencias con el caso de celularizar respecto a espacios de dimensión finita, diferencias que se hallan en grupos de obstrucción clásica. Creo resolver el problema varias veces, aunque por poco tiempo, pues mi aproximación sigue siendo bastante tosca. Intento utilizar teoría de Lannes y Miller, sin resultado. Al menos, averiguo que la celularización es un problema de grupos generados por elementos de orden p, relaciono celularización a nivel de espacios con celularización a nivel de grupos y describo la celularización de clasificadores de p-grupos, quizá mi mejor resultado de estos meses.

3. Invierno-Primavera de 2003. En esta época, que paso principalmente en París, comienzo la escritura de la tesis. Sigo pensando en el problema, y aún hay algún momento en que creo haberlo resuelto (utilizando la descomposición inestable de Bousfield de espacios de p-torsión), pero me voy dando cuenta de que me faltan ingredientes. En cualquier caso, salen algunas cositas cuando los grupos son perfectos, como la celularización de algunos alternados y la relación con extensiones centrales universales.

4. Otoño de 2002-Invierno de 2003. Periodo final de escritura de la tesis, en que el problema está aparentemente abandonado por primera vez. Envío a Transactions mi primer artículo, donde aparecen todos los resultados mencionados hasta ahora. Es aceptado tras revisión.

5. Primavera de 2004. Tras leer mi tesis en su condición de miembro suplente del tribunal, a Jérôme se le ocurre que sin mucho esfuerzo podemos demostrar un teorema de dicotomía tipo Serre para CWBG. Esto me da moral y retomamos el problema juntos. Estudiamos algunos ejemplos concretos, como grupos simétricos de rango bajo para p=2, algún alternado más, y otro ejemplo que nos proporciona Jacques Thévenaz. Vamos comprendiendo poco a poco el papel del Sylow de G en nuestro problema, el del p-socle del Sylow y la relación con la celularización del completado de BG. Nuestro objetivo en este momento es encontrar el ejemplo de un grupo tal que la celularización de su espacio clasificador tenga infinitos grupos de homotopía con p-torsión, pues en los otros casos ya sabemos lo que ocurre.

6. Otoño de 2004. Seguimos buscando el ejemplo. Usando la sucesión de cofibra asociada al teorema de Chachólski, obtenemos condiciones necesarias muy precisas que debe cumplir nuestro ejemplo potencial y, justo es decirlo, a veces pensamos que no puede existir. La solución nos la proporciona Bob Oliver, que nos muestra dos familias de grupos simples finitos para p=2 que cumplen nuestras restricciones y que resultan ser ejemplos para lo que buscamos. Poco después, Antonio Viruel encuentra también una familia de ejemplos en p impar. Desmenuzamos los ejemplos, y construimos representaciones de sus espacios clasificadores en BU(n) que se anulan al precomponer con BZ/p.

7. Invierno de 2004. Bastante entusiasmados, escribimos nuestros resultados y los enviamos a Math. Z. Se abre un compás de espera mientras recibimos la respuesta.

8. Primavera de 2005. Nos llega la contestación de la revista: el artículo ha sido rechazado. El referee argumenta que ni los teoremas ni los ejemplos presentados poseen enjundia suficiente, aunque nos dice que sí que sería interesante conocer con más precisión quién es CWBG. Nos sienta bastante mal, la verdad, sobre todo porque pensamos que, de acuerdo con lo que nos dice, al editor sí le ha gustado nuestro artículo. Carlos Broto, que a la sazón se halla en Suiza en esta época, se interesa fuertemente por nuestros resultados, y en dos semanas de muchos mails interioriza el problema y lanza una de sus famosas ideas: la BZ/p-anulación de la cofibra, en el caso p-completo y con el normalizador del Sylow controlando fusión, será la p-compleción del clasificador del cociente del normalizador del Sylow por el mínimo subgrupo strongly closed ClS (también llamado A en lo que sigue) que contenga a todos los elementos de orden p de G. Nosotros habíamos reparado ya en la importancia de ClS en este contexto, pero no habíamos imaginado una explicación tan directa. Tras escribir detalladamente la prueba, la idea resulta ser correcta, y nos proporciona una fórmula explícita para la celularización en este caso. Reescribimos el artículo y lo mandamos al Journal de la London.

9. Otoño de 2005. Mi desplazamiento a Madrid hace imposible, como antaño, el trabajo codo con codo con Jérôme, quien se encuentra interesado en la celularización de |L|, siendo este el clasificador (sin completar) de un grupo p-local finito. Nos contestan de la revista pidiendo modificaciones del artículo, pero con un informe muy favorable. Más adelante es aceptado. Ninguno de los dos tenemos ninguna idea para abordar el caso restante, cuando el grupo está generado por elementos de orden p y el normalizador del Sylow no controla fusión, y ni siquiera tenemos idea de cómo serán los grupos para los que esto pase; sólo cosas generales, como que no puede ser simple para p=2.

10. Invierno-Primavera de 2006. Hemos abandonado el problema por segunda vez. Sólo de vez en cuando pienso en la celularización de |L|, pero la condición de que el grupo fundamental esté generado por elementos de orden es un muro insalvable. Leo con atención los artículos de Broto-Castellana-Grodal-Levi-Oliver sobre extensiones, sin avance notable. Al final del curso aparece un preprint de Oliver-Ventura que identifica extensiones más generales, pero tampoco me resulta útil.

11. Verano de 2006. Estando en Sevilla, en casa de la hermana de Rosa, pienso por primera vez que la celularización de BG^p puede ser la fibra de una aplicación de BG^p al cociente del clasificador de un linking system, en el sentido de Oliver-Ventura. Compruebo que el sistema de fusión cociente es exactamente el que debe ser, y supongo que con el linking system debe ocurrir igual. La solución resulta muy interesante, porque los linking systems aparecen de modo natural. A partir de entonces, tengo que encontrar un ejemplo de este último caso.

12. Otoño de 2006. Me lanzo a buscar por todas partes grupos generados por elementos de orden p tales que el normalizador del Sylow no controle fusión, y que tengan un subgrupo strongly closed. Me concentro en p impar y grupos simples, que cumplen trivialmente la primera condición. En Octubre miro un mundo de bibliografía, sin resultado aparente. En el informe del referee que nos rechazó se hablaba de un artículo de un tal Foote, que clasificaba, para p=2, grupos con un subgrupo strongly closed propio, y que utilizamos para calcular en este caso las celularizaciones de clasificadores de grupos simples, Le escribo a este hombre, que me contesta con enorme amabilidad y extensión; aunque no me resuelve el problema, me da los nombres de varios gurús del tema. Escribo así algunos mails con mi pregunta concreta, y tras algún tiempo de espera, George Glauberman me proporciona el ejemplo deseado. A partir de entonces inicio un fluido intercambio de mails con Foote, que me muestra cómo generalizar el ejemplo de Glauberman, un wreath product, a bastantes familias de extensiones.

13. Invierno de 2007. Dada su aportación, decido ofrecer a Foote la coautoría del futuro artículo, que él acepta. Por esta época me doy cuenta de que el paso clave en mi prueba del último caso, que es levantar el morfismo entre sistemas de fusión F-->F/A, siendo F el del grupo que buscamos, a una aplicación |L|^p-->|L/A|^p no es trivial, como yo pensaba. Tras leer detenidamente el artículo de Oliver-Ventura y algunos correos con el primero, consigo entender perfectamente qué es L/A, pero sigo sin poder dar la aplicación. A partir de entonces comienza un via crucis de unos dos meses, que tiene, en forma de ideas que finalmente resultan ser fallidas, las siguientes estaciones:

- Intentar probar que se producía la extensión correcta con cohomología de categorías, o sea, que (L/A)*c p-completado era el objeto buscado. Me empollé para ello la referencia básica, un artículo de Baues-nosequién. No hubo manera de identificar la clase.

- Intentar dar una aplicación de la descomposición cohomológica del grupo a la descomposición cohomológica del normalizador, teniendo en cuenta la fusión interior en A, o la descomposición cohomológica del normalizador módulo A. Un intenso cruce de mails con Broto, que duró dos semanas, acabó convenciéndome de que no había manera de probar que los correspondientes grupos de obstrucción desaparecían.

- Intentar usar la teoría de Lannes para dar la aplicación a nivel de cohomología módulo p, e intentar luego levantarla, o bien usarla directamente a ese nivel. Surgieron dificultades técnicas insalvables, además de que me faltaban referencias a mano.

- Intentar usar ideas de Goldschmidt y el hecho de que el normalizador controla fusión por encima del subgrupo A (resultado que fue perfectamente probado por Richard Foote, y que tiene interés por sí mismo), pero esto tampoco nos permitía invertir la aplicación deseada.

- Intentar dar una morfismo “de fusión” del sistema de fusión del grupo al sistema de fusión del normalizador (quizá módulo A). La condición de que el normalizador no controlase fusión resultaba ser prohibitiva.

Cuando atacaba ya la desesperación, llegó la solución del modo más inesperado. Releyendo la vieja clasificación de Richard para p=2, caí en la cuenta de que una cierta “parte” del grupo A no era realmente relevante a la hora de calcular la celularización, y que en el resto sí que el normalizador controlaba fusión y, por tanto, se podía resolver. Esto cerraba absolutamente el problema para p=2. Cuando le participé a Richard la buena nueva, él se mostró convencido de que podría realizarse una clasificación similar para p impar. Al cabo de unas semanas, tanto la demostración como la clasificación estaban concluidas. Sólo había un problema, un caso concreto en que el cociente podía ser G_2(q) y que el normalizador no controlara fusión. Richard no sabía si esto podría existir o no.

14. Primavera 2007. Llegamos a la conclusión de que estas extensiones indeseadas y no escindibles con base G_2(q) existen. Esto me preocupa sobremanera unos días, hasta que me doy cuenta de que lo importante no es que el normalizador del Sylow en G_2(q) controle fusión, sino que lo haga el normalizador del strongly closed correspondiente, que es más grande. Y eso es lo que ocurre en este caso postrero, con lo cual podemos decir que la carrera de cinco años ha llegado a su fin. En cuanto acabemos de escribir los ejemplos que usaremos para ilustrar nuestro teorema (ahora ya nos sobran, porque sabemos BZ/p-celularizar BG para TOOODOS los grupos finitos) se habrá terminado la historia. Y me parecerá imposible, y lo celebraré como nunca.

Gracias a los doctores Broto, Foote, Glauberman, Muro, Oliver, Scherer, Thévenaz y Viruel, sin los cuales este post no hubiera podido ser escrito.

En el barro

... de estas veces que uno se obsesiona con un problema y no es capaz de quitárselo de encima. Y quiero escribir los correos, y seguir leyendo los crímenes de Oxford, que me está enganchando (aunque no tanto como el perro a medianoche), y ver alguna peli, que por fin pude disfrutar entera larga y sin cortes de Batman begins el otro día, y acabar el post que tengo a medio escribir sobre songuitas 3 y otro para el blog de fútbol sobre el Arsenal, pero no puedo, siento que mientras no esté seguro de que puedo levantar mi funtor desde las categorías de fusión al linking system voy a ser un inútil total para la vida social e interior. Y ahora voy a apagar el ordenador, porque son las dos de la mañana y ya va siendo hora de acostarse, y si consigo vencer la atracción del folio me acostaré boca arriba y sólo veré espacios de aplicaciones y Mor y Hom por todas partes y que tengo que elegir una manera de levantar y que no encuentro manera canónica de hacerlo (pero tiene que haberla!!!!). Y cuando haya pasado el tiempo y me haya cansado de sentirme inútil, o bien haya encontrado una solución que mañana por la mañana será falsa –es curioso como la desesperación se impone en ocasiones a la lógica-, o simplemente sea tan tarde que me resulte pornográfico estar despierto, me daré la vuelta, boca abajo con la cabeza hacia un lado como no duermo aunque no me imaginen haciéndolo así, y dormiré rápido, porque al final siempre me ocurre, un sueño sin sueños cuando me acuesto tan tarde.Y despertaré y seguiré con lo mismo, me será difícil desmarcarme en el autobús (le debo un post a mi asiento, no es broma, por cierto) a pesar de que sentarme en él actúa como el mayor de los narcóticos, y seguiré y seguiré y la casa derribaré y espero que Broto me haya escrito confirmándome mi intuición para que la vida me sea más fácil. Pero es improbable, tiene mucho trabajo, y yo seguiré dándole vueltas creyendo siempre que no hay salida, y si la hay tiene que pasar por ese epsilon subP,P de A que no acabo de entender correctamente, ni qué tiene que ver con E(P), ver que ocurre en el problema análogo de fibrados o sucesiones exactas sería interesante e instructivo. Pero no es la primera vez que me pasa, uno acaba saliendo del agujero y seguro que las cosas son así, como yo pienso aunque no haya sido capaz de probarlo, es muy bonita esta categoría L’/C para no cumplir lo que deseo. Y cuando por fin lo resuelva y me ponga a escribir de verdad con la sonrisa en el rostro me pondré aquí y diré que me salió y hala, listos de papeles let’s publish que diría girona y cerrado problema de cinco años, desde que mi topic en el msn era aprendiendo a celularizar, veía personas diferentes de las que veo ahora y pensaba cosas menos maduras que no alcanzaban a resolver ni casos sencillos, siendo el susodicho problema global mucho más difícil de lo que yo pensaba. Cuando creí haberlo resuelto diez veces y hubo cuatro semanas que recuerdo de reflexión furiosa y túnel y al final resultado nulo pero que me curtió con el fin de la tesis ya a la vuelta.

 Bueno, basta, basta, “guarda en ti la Musa que arde, pastelero”. Mein Herz brennt.

Fifa Pur-tu-gaaal

Fifa Pur-tu-gaaal

Amigos y vecinos, al fin he terminado mi maratón de clases estos quince días, y mañana marcho a Braga a un curso sobre "La mágica teoría de la Localización". El que lo da, Neisendorfer, un tipo aficionado al patinaje, es uno de los principales responsables de que exista mi tesis, pues él fue quien desarrolló algunas de las capacidades principales de una de las más importantes herramientas que utilizaba. Tengo ganas de conocerlo. El jueves daré una charla en el seminario, donde contaré como entran (creo) los linking systems en la celularización de espacios clasificadores. Esto os sonará a chino, pero llevo casi cinco años liado con el problema, desde que en la brillante primavera de 2002 uno de mis topics en el messenger era "Aprendiendo a celularizar". Ahora sé algo más del tema, y también de bastantes otros temas.

Vuelo a Vigo,y de allí me llevará a Portugal en coche Lucía, la organizadora del curso, un Encanto con mayúscula. El domingo estoy de vuelta, y si allí tengo un rato, pues ya me contaré algo. Saludines a todos.

Una de las historias más grandes jamás contadas

Una de las historias más grandes jamás contadas

Llevaba un tiempo sin escribir nada, porque se me ha juntado el último fin de semana en Badajoz (y las obligaciones sociales que eso conlleva), la visión obligada de todo lo que me quedaba de las dos temporadas de House, que me ha llevado mucho tiempo, y sobre todo el ICM, el Congreso Internacional de Matemáticos, que se está celebrando aquí en Madrid y al que estoy asistiendo desde hace algunos días.

 

Es curioso que en un evento como éste, donde estamos inscritos unos 4000 matemáticos, la estrella indiscutible esté siendo uno que no está. Me explico. Este congreso de Madrid pasará principalmente a la Historia porque en él se ha alcanzado el consenso sobre el hecho de que la conjetura de Poincaré está resuelta. No entraré a detallar el contenido del problema, sobre el cual hay información estos días a todos los niveles, pero sí al menos daré una idea de su importancia. Se trata de una pregunta que fue formulada en 1904, que decenas de matemáticos del más alto nivel han intentado resolver sin éxito desde entonces, y cuya respuesta significa un paso muy importante en la comprensión de este Universo tan complicado en el que vivimos. La persona que venciese al problema tendría asegurado un puesto en la Historia, trabajo en la Universidad que lo desease, la mayor distinción posible en Mates (medalla Fields) de un prestigio comparable al premio Nobel, fama mundial... y por si a alguien no le convencen estos argumentos tan románticos, un millón de dólares.

 

Pues ha aparecido esa persona: se llama Grisha Perelman, tiene 40 años y vive en San Petersburgo. Su extraña historia ha sacudido estos días los medios de comunicación: su carácter huraño, el hecho de que haya resuelto el problema trabajando en solitario, su resistencia a aceptar cualquier clase de honor, su rechazo de la medalla Fields, los motivos que ha dado... Todo esto está en los periódicos de estos días, y es sencillo de encontrar.

 

Sin embargo, el objetivo de este post no es haceros yo la misma sinopsis del Perelmangate que podéis encontrar en cualquier lado, sino remitiros a este link. Es un artículo de la revista New Yorker, donde se describe la historia de la conjetura, con especial énfasis en el último ataque, y en todos sus protagonistas. Os garantizo que es una historia jugosa, donde se ve lo mejor y lo peor de la condición de científico y también, por qué no, de la condición humana, que diría Malraux. Y nos lleva de la ciudad prohibida de Pekín a las playas del Pacífico, pasando por la ópera de los zares o historias de samurais. Y hay política, y dinero, ansia de poder, amistad, egoísmo, tenacidad, genio... Todo lo que puede esperarse de algunas de las mentes más valiosas del mundo, luchando por un sueño. Os lo recomiendo.

Buscando la sorpresa

El director de mi grupo de investigación es un tipo peculiar. Una persona terriblemente inteligente con un sentido de la ironía y un gracejo finísimo que siempre es difícil de apreciar a simple vista, pero que está ahí. Las cosas que dice o escribe (siempre que esté relajado, claro, y no sea algo oficial o similar) siempre llevan su impronta.

 

Acabo de comprobarlo ahora mismo. Nos ha mandado un mail a los miembros del grupo de Topología al que pertenezco, para invitarnos a asistir a un curso de doctorado que impartirá el próximo semestre. He leído su correo y no he encontrado nada especial, lo cual me ha parecido extraño hasta que me he enterado de que mandaba adjunto el programa del curso. He abierto, pues, el .pdf correspondiente, y he estado mirando con detenimiento dicho programa. No encontraba nada de particular, seis temas que llegan hasta un nivel muy avanzado, cosas como cobordismo, clases características, teorías cuánticas de campos, etc. Un curso interesantísimo que sentiré perderme por estar en Madrid.

 

Sin embargo, yo sabía que la sorpresa acechaba, y al final la encontré. Estaba en el desglose del tema 6, que comenzaba exactamente así (copio el original catalán):

 

6. La conjectura de Mumford

 

a)      Classificar las superfícies

b)      La Santíssima Trinitat

c)      L’espai de moduli

Etc.

 

 Captáis la nota discordante, no? Jaume, siempre igual ;)

No es tan raro como parece...

 Desde que doy clase de Estadística (me sigue costando, de todos modos, contestar eso cuando me preguntan en mi Facultad que qué hago y el interlocutor no espera una frase larga) reparo aún más que antes en el tema de las probabilidades, y me doy cuenta de algunas cosas que a veces pasan desapercibidas. Ayer, por ejemplo, volvió a ocurrirme.

 Estábamos Rosa y yo en casa de unos amigos, una pareja de gallegos que nos invitaron a comer, con toda la excelencia que ello representa. Cuando concluyó el festín, y tras plantearse la posibilidad de un paseo al aire libre, acabamos viendo fotos de infancia de la chica, M., que tenía tropecientos mil álbumes donde estaba una gran parte de su vida. Y cuando nos pusimos manos a la obra, yo pensé que realmente no sería tan raro encontrar entre las fotos a alguien que yo conociera, y no lo hubiera hecho a través de M. ni de Rosa; añado que esta chica ha pasado su vida entre Pontevedra y Zaragoza, y que sólo vino a Madrid muy recientemente.

 Pues bien, ocurrió!!!! En una foto de grupo de chicos de su residencia, apareció una foto de un chaval a quien distingue una mancha en la cara. Tras las correspondientes averiguaciones, llegamos a la conclusión de que era un matemático a quien conocí hace tiempo en un Encuentro de Topología en Pamplona (saludos si me lees). Cada vez me creo más cosas como el "six degrees of separation", una cadena de seis personas tal que cada una conoce a la siguiente puede llevarte a cualquier persona de la Tierra -excluyendo ermitaños y similares, claro-.

 Y lo más importante, cuando se acabaron las fotos se montó la timba de mus. ¡¡¡¡POR FIN!!!! 

 

Preguntas sobre el juego de moda

Preguntas sobre el juego de moda Llevo casi todo el verano viciado de los sudokus. Para quien no lo sepa, se trata de un pasatiempo consistente en una cuadrícula de 9x9 casillas, subdividida en 9 cuadrados de 3x3. En alguna de las cuadrículas hay números entre el 1 y el 9 inclusive, y el objetivo del juego es rellenar todo el cuadrado, sabiendo que los números están sujetos a las siguientes condiciones:

a) En cada fila están todos los números del 1 al 9.
b) En cada columna también.
c) En cada cuadrado 3x3 también.

"Sudoku", de hecho, significa "número solo"; en http://www2.rincondelvago.com/servicios/sudoku/historia_del_susoku.html podéis encontrar una breve e interesante historia del pasatiempo.

Sin embargo, el motivo de este post no es hablar de mis maravillosas experiencias veraniegas, sino plantear algunas preguntas matemáticas, probablemente ya resueltas por cerebros de Ciencias de la Computación, que surgieron en una larga conversación que tuve con dos amigos hace unos días, mientras recorríamos Badajoz del derecho y del revés, y que no parecían tener respuesta sencilla. Asumimos que un sudoku debe tener solución única.

a) ¿Cuál es el la mínima cantidad de cifras de un sudoku? (Obsérvese que de forma trivial el cuadrado en blanco o el cuadrado con una cifra, por ejemplo, NO son sudokus)

b) ¿Cuál es el máximo número de cifras compatibles en un cuadrado 9x9 sin que sea sudoku?

c) Dada una cierta solución de un sudoku, ¿cuántos sudokus tienen esa misma solución? ¿Ese número es independiente de la solución?

d) ¿Cuántos sudokus hay? O lo que es más interesante: ¿cuántos sudokus hay salvo permutaciones del 1 al 9?

e) ¿Hay algún algoritmo SENCILLO que permita decidir si una configuración es sudoku o no? Por supuesto, la resolución habitual del sudoku es una prueba de que ocurre lo primero, pero la negación parece más difícil.

En fin, como podéis suponer, más que en las respuestas en sí estoy interesado en los razonamientos que lleven a ellas. Y si os coméis un poco la cabeza, nada mejor para desconectar que un buen sudoku, a ser posible con buena música de fondo ;-)

Happy!

Hoy ha sido "Un buen día", como la canción de los Planetas. Primero me han dicho que me renovaban el contrato hasta Junio (era hasta Febrero) y después, notición, me han aceptado mi primer artículo de Topología, además en una buena revista. Además de que, en los berenjenales en los que me he metido, es fundamental tener artículos para aspirar a un buen curro o similar, estoy ahora mismo embargado por una especie de satisfacción filosófica que detallaré mañana o pasado. Mañana tarde tengo que dar un seminario dificilillo y la última clase del semestre; cuando acabe seré libre, también para escribir aquí, que ya tengo ganas.

Pues eso, hoy me voy a casa contento. Espero que vosotros, por un motivo o por otro, también lo estéis.

¿Descubridores o artistas?

Esto que voy a poner lo he puesto hace un ratín en el blog de Lola, pero lo repito aquí porque expresa muy bien lo que pienso de la investigación en Matemáticas, y porque creo que allí lo he puesto en una discusión pasada que ya no mirará. También pongo un texto alusivo al tema de Jaume Aguadé (el jefe de mi grupo de investigación), que me parece magnífico sobre el asunto.

Ahí va lo que yo he puesto:

"Sin ninguna duda, el placer del matemático profesional, o al menos el mío, es el del descubridor, el de aquel que llega a un territorio inexplorado en el que nunca antes nadie ha puesto el pie; o a veces llegas y encuentras una bandera hecha jirones y un mensaje que te ayuda a llegar a donde nunca creías que podrías hacerlo. Desde ese punto de vista, sin duda, hacer mates se parece a levantar el velo que cubre la realidad.

Pero eso no es todo. Las matemáticas, como sabe muy bien el ínclito Tío Petros y muchos habituales de este foro, no son ahora las mismas que hace cien o doscientos años, y no sólo porque se sepa muchísimo más que hace equis tiempo: es que los mismos resultados parecen radicalmente diferentes. Por poner un ejemplo: nadie puede dudar de que monstruos sagrados como Newton o los Bernoulli tenían clarísimo lo que era un límite en el siglo XVII, pero la noción precisa y "definitiva" (al menos hasta ahora) de dicho concepto pertenece a mediados del XIX, cuando la formula creo que Weierstrass. Una definición brillante, económica y a la vez llena de riqueza, nada fácil en su sutileza para el profano. Pues en este sentido, sí que veo al matemático como un artista: la verdad intuitiva, el concepto, la idea, en una palabra, está ahí, como la Guerra Civil como motivación para el artista; pero hasta que no llega un genio que pinta el Guernica, no se considera que el tema ha llegado a su máxima cúspide y que tenemos algo, lo repito, definitivo, de referencia."

Y ahí va lo de Jaume. Para contextualizar, diré que el monstruo es el más grande de los grupos simples finitos, una de las estructuras matémáticas más impresionantes jamás encontradas, tanto en tamaño como en complejidad (a pesar de ser simple). Podéis encontrar el artículo completo en

http://mat.uab.es/~aguade/html/muralla.html

"¿Qué pensar ante una estructura como la del monstruo?¿Para qué o para quien existe y qué influencia puede tener sobre nosotros? ¿Qué sentido tiene la árdua tarea de su búsqueda? Hay varios tipos de opiniones: Para algunos el monstruo es como la Ilíada o como uno de los conciertos de Brandenburgo: una bella creación del género humano, que no requiere más justificación. Para otros el monstruo existe como existen el Everest o Saturno y había que descubrirlo porqué está ahí. Recuerdo a Alan Connes, que visitó Barcelona el año pasado, invitado por el Institut d'Estudis Catalans, negando, con notable vehemencia, que las matemáticas puedan compararse, ni por un instante, a la música: el matemático no crea nada -afirmaba- se limita a levantar el velo que cubre la realidad matemática, tan tangible como pueda ser la realidad física. Para una tercera escuela de pensamiento el monstruo no es un accidente sinó una estructura inevitable del mundo, de cualquier mundo, y debe manifestarse, de algún modo, en el substrato más básico de cualquier sistema del universo. A esta escuela podríamos adscribir Dyson que escribe: "Confieso que tengo la esperanza, no basada en ningún hecho o evidencia, de que en algún momento del siglo XXI los físicos se toparán con el monstruo incorporado, de alguna manera insospechada, en la estructura del universo.'' Dyson escribía estas palabras en 1983, poco antes de que empezaran a desvelarse las relaciones entre el monstruo y la teoría de supercuerdas..." Un centenar de matemáticos, 30 años de esfuerzos, dosis ilimitadas de imaginación, 15.000 páginas en revistas científicas... la muralla china."

PD: Sorry, Gerard, mañana escribo lo del Padrino que te dije.

Beno Eckmann y lo maravilloso de las Matemáticas

Beno Eckmann y lo maravilloso de las Matemáticas Anteayer fui en el Instituto de Estudios Catalanes a una charla de Jean-Pierre Serre, indiscutiblemente uno de los cuatro o cinco mejores matemáticos vivos de la actualidad. La sala estaba llena a reventar, hasta el punto de que habría unas cincuenta personas de pie. El hombre tiene 77 años, creo, y realizó un recorrido por sus teoremas favoritos de Teoría de Grupos para caerse de espaldas, espectacular. Empezó con los teoremas de Sylow y acabó con la clasificación de los grupos simples finitos (algún día postearé algo sobre esto último, que me resulta fascinante).

Sin embargo, no voy a entrar aquí en los contenidos de la charla (a menos que algún blogueiro me lo pida, claro) sino en algo que ocurrió un rato antes. Resulta que el motivo de la venida de papá Serre fue el el vigésimo aniversario del CRM, un instituto de Matemáticas que hay en Cataluña, donde por cierto mi grupo de investigación celebra habitualmente sus seminarios. Así, antes de la lección magistral hubo los correspondientes discursos del director del CRM, del director del IEC, del consejero de nosequé y del presidente de nosecuántos. Como a mí me aburren soberanamente los actos académicos, me dediqué a enredar con los papelotes que nos habían dado al entrar, unos cuadernillos de resumen de actividades del Instituto en estos años y una transcripción de algunos de los discursos. Y así, encontré el de Beno Eckmann, que es un topólogo de Zürich que en cierto modo fue el ideólogo de la fundación del CRM. Está bien decir aquí que este matemático no es precisamente un cualquierilla: aunque no al nivel de Serre, ha sido uno de los líderes de la Topología en el siglo XX (quien no sepa qué es la Topología y le interese, que le eche un vistazo al weblog de Tío Petros, donde lo está explicando con su claridad habitual), y en particular tiene cientos de descendientes matemáticos (doctorandos, doctorandos de doctorandos, etc.) de los cuales yo soy quizá el último de momento.

Pues este señor estaba invitado a dar el discurso principal del acto académico, pero no pudo hacerlo por problemas de salud, desgraciadamente no raros, ya que tiene 87 años. Por ello, mandó el discurso transcrito. Y cuando lo leí, me gustó muchísimo, y dos o tres párrafos en especial me encantaron, porque hablaban con enorme cariño de las Mates, desde un punto de vista maravilloso en el cual creo que nunca había pensado, yo que siempre había admirado la belleza formal y disfrutado intentando penetrar en sus secretos (algún día también postearé sobre esto). Aquí están, en una traducción mía que quiero creer que no es pésima. Espero que os gusten:

“Déjenme preguntar: ¿Cuáles son las herramientas principales de un matemático? ¿La biblioteca, el lápiz, el papel, el ordenador? Sí, por supuesto. Pero la mejor de la que disponemos no es ninguna de esas, sino el colega matemático, el contacto personal. Hoy tenemos e-mail, páginas web, acceso rápido a todos los departamentos del mundo, prepublicaciones en internet, chats... sin embargo, nada de esto puede reemplazar el hecho de hablar en la pizarra, o sentados tranquilamente alrededor de una taza de café, el percibir la reacción del otro ante la sugerencia sorprendente, la idea súbita, la duda en su voz.

Esto era exactamente así hace cuarenta años, cuando la tecnología moderna aún no existía. Las Matemáticas, tanto las clásicas como las modernas o las posmodernas, constituyen para mí una empresa conjunta de toda la comunidad de matemáticos. No necesitamos que la llamen la Reina de las Ciencias; otros campos pueden ser igual de importantes, incluso más. Pero lo que sí sabemos es que las Matemáticas son una manera universal de entenderse a través de la construccion teórica, y que esto es la base de la tecnología moderna. Además, es parte de nuestra cultura, nuestra herencia cultural, transmitida de generación en generación, que establece poderosísimos lazos de unión entre gente de todo el mundo [...] En nuestro esfuerzo común, desarrollado siempre en una atmósfera de libertad intelectual e intercambio respetuoso, contribuimos no sólo al futuro de los matemáticos sino al futuro de la Humanidad".
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Improbable, pero posible...

Algunos de mis compis de facultad juegan a las cartas después de comer. Por supuesto, no al MUS, primero porque definir el mus como juego de cartas es como definir el Rolls-Royce como un vehículo de cuatro ruedas; y segundo, porque si hicieran eso, yo ni investigación, ni blog, ni nada, estaría todo el día viciado.

Pues eso, como decía estaban con la baraja, y se pusieron dos a jugar a un juego absurdo, que me puso en marcha la mente matemática, y que ahora comparto con vosotros, por si queréis pensar un poquito el fin de semana:

"Un impresentable está jugando a lo siguiente: tiene una baraja española de 40 cartas boca abajo. Levanta una carta y dice 1; si la carta que le ha salido es un 1, ha perdido, si no sigue, 2, y lo mismo. Pues así 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, Sota, Caballo y Rey. Gana si consigue levantar toda la baraja sin ninguna coincidencia (podéis jugar al juego vosotros mismos, es una gilipollez pero entretiene un rato). La pregunta es: ¿qué posibilidad tiene el jincho de ganar?".

Esto me lleva a otra pregunta, pero esta es mñas filosófica y casi retórica. ¿Cómo es posible que encantándome los problemas de Probabilidad y habiendo tenido unos profesores buenísimos he acabado odiando esa materia más que ninguna otra parte de las Matemáticas, hasta el punto de huir de una ciudad para evitarla? No tengo ni la más remota idea, qué extraña es la vida...