Mi paseo nocturno
Salí de capitán Haya y comencé a bajar paralelo a la Castellana, enviando un mensaje a la vez que me cruzaba con bastante gente y grupitos de amigos que subían a Avenida del Brasil. Así llegué hasta la avenida del general Perón, donde hice un giro a la derecha y admiré el extraño decorado de soportales, edificios colocados casi al azar y luces invitando para sospechosos lugares subterráneos. Durante unos minutos iba una chica delante de mí que afortunadamente no se asustó. Turn left ahora para andar un rato por Orense, pasando por la puerta de un restaurante griego en el que creo que estuve hace mucho tiempo y una discoteca latina con la puerta llena de gente cuya existencia desconocía. Pasaban muchos taxis, lo cual es siempre un seguro de vida, y también me crucé con una pareja de sudamericanos, cogidos de la mano, que me llamaron la atención por lo pequeñitos. Al terminar Orense continué un poquito por Modesto Lafuente, donde iban por la acera opuesta un par de chicas que parecían de recogida, y giré a la derecha en Maudes, justo en la puerta de un discopub. Primera a la izquierda Alonso Cano, tan desierta como llena de gente la he visto en ocasiones, y nuevo giro en María de Guzmán. Allí vi a una chica gordezuela que salía de una casa con cara de felicidad –no quiero pensar que vendría de hacer, o quizá sí quiero pensarlo- y no me metí por Robledillo porque no se veía salida al frente. En su lugar, giré a la izquierda en Ponzano, y volví a preguntarme por qué en esos lugares tan llenos de bares de día no meten alguno de noche. En esta calle sí hice un buen tramo, y me acojoné un poco cuando un individuo alto y estilizado, negro, de movimientos algo arbitrarios y silueta imponente se dio la vuelta donde yo estaba. Mientras yo seguía adelante por el centro de la calzada, él se metía en un portal. En Bretón de los Herreros volví a girar a la derecha, y otra vez izquierda por Santa Engracia hasta José Abascal, territorio más familiar ya. Ahí giro derecha, termino la calle, veo una parejita que me llama la atención –vaya lugares para ponerse a dialogar- y continúo por Cea hasta llegar a Vallehermoso. Giro izquierda, número 80, arriba y a acostarme. Las 4:20, no estuvo mal.
3 comentarios
oscar -
Abrazos.
Óscar
Lola -
Anónimo -