Píos deseos al empezar el año
Está arraigada la costumbre de comenzar el año con buenos propósitos y deseos. Sin embargo, no ha sido en general esta una tónica en mi vida; primero, porque sé de mi inconstancia para supuestos cambios de conducta, máxime si estos han de estar determinados por un motivo tan débil como una fecha; y segundo, porque los pocos deseos que tengo –sé que eso es una medida positiva de cómo funciona mi vida- hay que mirarlos siempre como una construcción antes que un golpe de suerte, más un camino que un relámpago.
Sin embargo, a modo de aproximación, os dejo aquí unos viejos versos de mi adoradísimo y nearly alter ego fundamentalmente mental Jaime Gil (baste decir que tengo el propósito de visitar su tumba para rendirle cálido homenaje) que desde luego, vienen muy a cuento. Feliz año!!!
Pasada ya la cumbre de la vida,
justo del otro lado, yo contemplo
un paisaje no exento de belleza
en los días de sol, pero en invierno inhóspito.
Aquí sería dulce levantar la casa
que en otros climas no necesité,
aprendiendo a ser casto y a estar solo.
Un orden de vivir, es la sabiduría.
Y qué estremecimiento,
purificado, me recorrería
mientras que atiendo al mundo
de otro modo mejor, menos intenso,
y medito a las horas tranquilas de la noche,
cuando el tiempo convida a los estudios nobles,
el severo discurso de las ideologías
—o la advertencia de las constelaciones
en la bóveda azul...
Aunque el placer del pensamiento abstracto
es lo mismo que todos los placeres:
reino de juventud.
4 comentarios
Cluje -
Vailima -
milady -
happy new year musolari, así te traiga un viaje a la pérfida albión
Lola -