De vuelta
Hagas lo que hagas, el amor está donde miras; en los más escondidos rincones, o quizá en lo más profundo de tus sueños...
Qué mejor manera de retomar el blog que con las esperanzadas y a la vez etéreas frases de Cabrel... Ha sido un verano o quizá mejor está siendo, porque falta por tachar en mi agenda una visita a la Plaza del Obradoiro- muy viajado, más vivido y, en fin, inolvidable. Siete perlas os dejo a modo de pálido y escueto resumen:
- Mecido por las suave corriente del Miño, dulce y tibia, y tras un breve intervalo de charla y cielo, las despiadadas, gélidas y salinas olas del Atlántico... en el mismo lugar.
- La locura en La Guardia, tambores y más tambores, bombo, redoble y ruido, horas y horas, quizá días, para acabar mezclando la sangre de los dedos con el vino derramándose y manchando brazos, caras, bocas, piernas, orgía montañesa, tumulto ancestral.
- Un paréntesis en el mar de alegría que es la feria; dos amigos en la pantalla y otros dos mirándolos, uniéndose casi imperceptiblemente California y Málaga, los caldos de Santa Bárbara con el Marqués de Cáceres, Javi y yo entre copas.
- Huelva, esa hora que precede al amanecer, la mesa donostiarra, cuadrada y añosa, traída para la ocasión; cuatro despiertos entre cuerpos inertes, envido, envido más, quiero, órdago, para ti. Y enfrente, el rostro que amo ver cuando oigo esas palabras.
- Mirando el mar en Mazagón, en una playa sin fin que bordea una orilla eterna, sólo escuchando, sólo eso, lost souls, y horas pasando cuyo final es una gran desgracia.
- En una terraza tostadas sin cuento, cafés, zumos de naranja, vasos de agua, servilletas, ceniceros, periódicos... Y alrededor amigos, que charlan, que callan, llegan y se van, ríen o simplemente están, la camarera desbordada. Es Badajoz, donde los desayunos se hacen grandes en la nostalgia, quizá porque no terminan jamás.
- Y lo último y mejor, escuchar la voz de ultratumba del Comendador, vuelto de entre los muertos, en el mismo lugar donde Amadeus la brindó al mundo por primera vez. Y con mi diosa junto a mí, centro de todas las miradas en una capital donde la belleza es la regla y no la excepción, París del Este...
Qué mejor manera de retomar el blog que con las esperanzadas y a la vez etéreas frases de Cabrel... Ha sido un verano o quizá mejor está siendo, porque falta por tachar en mi agenda una visita a la Plaza del Obradoiro- muy viajado, más vivido y, en fin, inolvidable. Siete perlas os dejo a modo de pálido y escueto resumen:
- Mecido por las suave corriente del Miño, dulce y tibia, y tras un breve intervalo de charla y cielo, las despiadadas, gélidas y salinas olas del Atlántico... en el mismo lugar.
- La locura en La Guardia, tambores y más tambores, bombo, redoble y ruido, horas y horas, quizá días, para acabar mezclando la sangre de los dedos con el vino derramándose y manchando brazos, caras, bocas, piernas, orgía montañesa, tumulto ancestral.
- Un paréntesis en el mar de alegría que es la feria; dos amigos en la pantalla y otros dos mirándolos, uniéndose casi imperceptiblemente California y Málaga, los caldos de Santa Bárbara con el Marqués de Cáceres, Javi y yo entre copas.
- Huelva, esa hora que precede al amanecer, la mesa donostiarra, cuadrada y añosa, traída para la ocasión; cuatro despiertos entre cuerpos inertes, envido, envido más, quiero, órdago, para ti. Y enfrente, el rostro que amo ver cuando oigo esas palabras.
- Mirando el mar en Mazagón, en una playa sin fin que bordea una orilla eterna, sólo escuchando, sólo eso, lost souls, y horas pasando cuyo final es una gran desgracia.
- En una terraza tostadas sin cuento, cafés, zumos de naranja, vasos de agua, servilletas, ceniceros, periódicos... Y alrededor amigos, que charlan, que callan, llegan y se van, ríen o simplemente están, la camarera desbordada. Es Badajoz, donde los desayunos se hacen grandes en la nostalgia, quizá porque no terminan jamás.
- Y lo último y mejor, escuchar la voz de ultratumba del Comendador, vuelto de entre los muertos, en el mismo lugar donde Amadeus la brindó al mundo por primera vez. Y con mi diosa junto a mí, centro de todas las miradas en una capital donde la belleza es la regla y no la excepción, París del Este...
7 comentarios
Skreemer -
Ciudan donde el mus de madrugada se hizo realidad tras muchos años de espera.
Los que tuvieron retuvieron.
Está usted invitado siempre que quiera
Cluje -
Lola -
albertinho -
siyu!
noèlia -
Ya nos vemos prontito.
Muakinhos :)
milady -
y yo que no me he pillao ni un
día de holidays ...
Vailima -
Un saludo