Como una puñalada
Dios, que impresión me han causado estos versos de Gamoneda. No son cosas para leerse a las cinco de la mañana, cuando estoy a punto de acostarme y debo enfrentarme solo a la tiniebla del sueño en los dominios de la canícula. ¡¡¡No, no lo son!!!
De la verdad no ha quedado más que una fetidez de notarios,
una liendre lasciva, orinales
y la liturgia de la traición.
2 comentarios
Cluje -
Jaume -