La plaza de las Palmeras
El otro día, en plena Plaza Mayor de Madrid charlaba con unos amigos sobre las plazas que más me nos habían impresionado: mientras que uno se inclinaba por la magnificencia de la Plaza de Concordia de París, otro escogía las columnas sin fin de San Pedro, el contraste entre ascetismo y barroco de la Plaza del Obradoiro o las agujas sin fin que decoran la Grande Place. Y ya de camino a casa, me quedé pensando en otros tantos de esos cruces de caminos que mis pies habían hollado, y que me habían de dejado huella. Como Alexanderplatz, con su imposible mezcla de modernidad y clasicismo en medio de una explanada que se diría ilimitada; o en el extremo opuesto, esas plazas porticadas como la de los Vosgos o la Plaza Real en Barcelona, donde parece que todo se domina a la vez que uno se siente seguro... O la plaza de San Marcos, hogar de la luz entre la decadencia y el gran canal; y ya que estamos frente al agua, la elegante decrepitud de la Plaza del Comercio en Lisboa. Y también todas las que me faltan, el enorme zócalo, la Plaza Roja, Piccadilly...
¡Qué hermoso es viajar!
5 comentarios
angel -
Saludos,
Angel
sentimentaloide -
Alberto -
Las múltiples piazzas romanas: la Novona con su obelisco, la Colonna con su columna historiada, la Rotonda con su Panteón redondo y rotundo, la de Trevi con su fontana...
Las Grotemarkt flamencas: Amberes, Brujas, Delft, Gante, Lovaina, por supuesto Bruselas...
Tantas otras, el Dam, la Piazza della Signoria, Trafalgar Square, Plaza Catalunya, el Rossio...
No puede faltar entre las que faltan, creo, Times Square
El Ave -
Almade -