Versos...
¡Qué felices son los inocentes!
Olvidando el mundo, y por éste olvidados.
Brillo eterno de una mente inmaculada.
Cada plegaria aceptada y con cada una, una renuncia.
A. Pope
Olvidando el mundo, y por éste olvidados.
Brillo eterno de una mente inmaculada.
Cada plegaria aceptada y con cada una, una renuncia.
A. Pope
3 comentarios
miladay -
Eso sí, a qué negarlo, a los caballeretes la inocencia os da un resultado con las damas que ni te cuento...si yo fuera
el musolari lo aprovecharía y seguiría el consejo de Ketama...
Fernandel -
noèlia -