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El musolari errante

Amistad a lo largo

Estos días me siento un poco triste, con tristeza previa, podríamos decir. Ejerciendo de errante, se acerca el día que tendré que dejar la Universidad Autónoma, quizá para siempre, y últimamente estoy pensando mucho en lo bien que me siento con la gente de aquí, con esa sensación desagradable y turbia que te da ver pasar días que te acercan sin remisión a algo que no deseas. Por supuesto, si me voy es (con matices) porque quiero, pero no creo que nunca pueda ya olvidar a esta gente de tercer ciclo que me han hecho sentir uno de ellos hasta extremos que hace dos años hubiera creído imposibles. Y esta sensación, ser realmente parte de algo, estar con gente que te importa y a la que tú sabes que le importas, se da muy pocas veces en la vida. Así, como homenaje a ellos, pongo este poema de Gil de Biedma.

Pasan lentos los días
Pero luego hay momentos felices
para dejarse ser en amistad.
Mirad:
somos nosotros.

Un destino condujo diestramente
las horas, y brotó la compañía.
Llegaban noches. Al amor de ellas
Nosotros encendíamos las palabras,
palabras que luego abandonamos
para subir a más:
Empezamos a ser los compañeros
que se conocen
por encima de la voz o de la seña.

Ahora si: Pueden alzarse
las gentiles palabras
-ésas que ya no dicen cosas-
flotar ligeramente sobre el aire;
porque estamos nosotros enzarzados
en mundo, sarmentosos
de historia acumulada,
y está la compañía que formamos plena,
frondosa de presencias.
Detrás de cada uno
vela su casa, el campo, la distancia:

Pero callad,
quiero deciros algo,
Sólo quiero deciros que estamos todos juntos.
A veces, al hablar, alguno olvida
su brazo sobre el mío,
y yo aunque callado le doy las gracias,
porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.
Quiero deciros cómo todos trajimos
nuestras vidas aquí para contarlas.
Largamente, los unos con los otros
en el rincón hablamos, tantos meses!
que no sabemos bien, y en el recuerdo
el júbilo es igual a la tristeza.
Para nosotros el dolor es tierno,
Ay el tiempo! Ya todo se comprende.


PD: Extensible también a mis amigos de Bada, con quienes también me he sentido (me siento) así de bien.

10 comentarios

Cluje -

Joer q miedo me das chiquillo...

Fernando -

La serpiente de un sólo ojo llegará desde la distancia hasta los lugares más recónditos del planeta, hasta las cavernas más oscuras...

Fernando -

No.

Cluje -

Es telescópico porque hace falta un telescopio pa verlo no?

Fernando -

Ramón, ya sé que físicamente parece que estoy lejos, pero recuerda siempre que mi nabo telescópico hace que siempre me encuentre en parte cerca de mis seres queridos.

Ramón J. -

Gracias gente por esas palabras de apoyo tan maravillosas como vosotros. Es duro teneros físicamente tan lejos (aunque afortunadamente no a todos)

Lola -

Una de las cosas que recuerdo con mayor alegría es el momento en el que te conocí. Un beso muy grande, te quiero mucho. Y ya sabes dónde me tienes, y ya sé por dónde andas...

VicToR -

Querido Ramon:
Cuando mires al horizonte, piensa en las olas, no en los adioses. En cualquier caso, a ti será al que más eche de menos, querido espantapájaros.

A los amigos catalanoparlantes de este amorriñado poeta algebraico sólo puedo decirles que Ramón SIEMPRE está cerca, por lejos que esté y por contradictorio que esto resulte. Estas cosillas son las que hacen que la palabra "amigo" sea la jaula de algo increible.

Irene Adler -

Bueno, es un poema muy bonito, aunque eso sí, para grupos. Yo personalmente he sido siempre más de amistades individuales. Supongo que una vez tuve un grupo así, hace años.

He recordado la peli "Cuenta conmigo" Al final, el protagonista dice: "Nunca volví a tener amigos como a los once años. Pero, ¿acaso alguien los tiene?." Bueno, pues yo siempre he pensado que debería aplicar esta frase a los 17.

Sara -

Es precioso el poema. Y por la parte que me toca, sabes lo fácil que es localizarme, así que estés donde estés puedes contar conmmigo.