Blogia
El musolari errante

Bípedo implume

Os dejo un texto que me ha dejado impresionado del sensacional libro "Una breve historia de casi todo", que acabo de terminar y que debería ser de lectura obligatoria.

El bipedismo es una estrategia exigente y arriesgada. Significa modificar la pelvis, convirtiéndola en un instrumento capaz de soportar toda la carga. Para preservar la fuerza necesaria, el canal de nacimiento de la hembra ha de ser relativamente estrecho. Eso tiene dos consecuencias inmediatas, muy importantes, y una a largo plazo. Significa en primer lugar mucho dolor para cualquier madre que dé a luz y un peligro mucho mayor de muerte, tanto para la madre como para el niño. Además para que la cabeza del bebé pueda pasar por un espacio tan pequeño tiene que nacer cuando el cerebro es aún pequeño, y por tanto, mientras el bebé es aún un ser desvalido. Eso significa que hay que cuidarlo durante mucho tiempo, lo que exige a su vez un sólido vínculo varón-hembra.

5 comentarios

oscar -

Qué curioso. El otro estaba viendo un documental sobre por qué los humanos no tenemos pelo como el resto de mamíferos, y decían algo muy parecido a lo que has escrito que me llamó la atención.

Un abrazo.
Óscar

Míriam -

Ya ves...

Anónimo -

Corolario: las gallinas deberían chillar al poner un huevo.

Alberto -

Es curioso que gracias al bipedismo podamos usar las manos y mirar al cielo, lo que nos lleva a la ciencia, al bien y al mal. A cambio, parir con dolor y ganar el pan pal churumbel.

Lola -

Y entre unas cosas y otras, así somos, pariendo con dolor como ningún otro, con un arraigo hijo-madre mayor que el del resto de animales y con unas consecuencias sociales en los roles de pareja. Si es que el bipedismo está sobrevalorado... :P