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El musolari errante

De estas cosas que hacen latir la vena de la frente

De estas cosas que hacen latir la vena de la frente

Quería haber escrito algo sobre lo de AIG que contuviera todo tipo de palabras malsonantes, sinónimos de chorizo y otros embutidos cleptómanos, indecencia, desvergüenza y alguna cosa más, pero me he encontrado el artículo del ínclito Enric en el país que lo sintetiza todo de modo inmejorable, sobre todo por mí. Así que ahí va.

 

Prefiero no contarlo yo. Que lo cuente Ben Bernanke, que tiene más
gracia. Las palabras son del presidente de la Reserva Federal
estadounidense, comentando los casi mil millones de dólares en primas
que se han repartido los ejecutivos de la aseguradora AIG: "De todos
los acontecimientos y de todas las cosas que hemos hecho en los
pasados 18 meses, lo que más me irrita, lo que más angustia me causa,
es la intervención de AIG. Era una compañía que había hecho todo tipo
de apuestas irresponsables. Cuando esas apuestas salieron mal, se
encontró... nos encontramos con una situación por la cual si se hundía
esa compañía, se hundía el sistema financiero".

Bien. El contribuyente estadounidense ha derramado sobre AIG unos
170.000 millones de dólares, algo así como veintitantos billones de
las antiguas pesetas. Y los ejecutivos se han quedado con un pellizco.
Es lo normal, ¿no? Hasta donde yo sé, es lo que suele hacerse en
cualquier consejo de administración cuando se consigue liar a un
inversor ingenuo. Puedo llegar a entender que el inmenso sacrificio
económico exigido al contribuyente resulta imprescindible para evitar
un colapso que dejaría en la calle al propio contribuyente. Entiendo
menos la necesidad de salvar el sistema financiero que ha creado el
problema. Y no entiendo nada cuando se habla de "refundar" el
capitalismo. El capitalismo contemporáneo es el que es: no se pueden
desinventar los derivados financieros ni las burbujas periódicas, como
no se puede desinventar la bomba atómica.

Me explico: es como si el inmenso sacrificio en vidas humanas de
Stalingrado o Normandía hubiera sido destinado a "refundar" el
nazismo. Ya sé que la comparación es muy exagerada y que ningún
consejo de administración, ni siquiera el de AIG, se parece a la
Gestapo. Pero hay algo que tengo claro. Lo que están haciendo los
Gobiernos es indecente. Necesario, imprescindible, impepinable quizá:
sigue siendo indecente. Mientras, nos reímos mucho con Hugo Chávez
porque quiere montar una cadena de restaurantes románticos y ofrecer a
los venezolanos teléfonos móviles baratos. Qué tío, el "gorila rojo".
Qué risa. Ja, ja.

4 comentarios

dvial -

Estoy de acuerdo con vosotros la generación de hoy en día parecen señales de trafico viendo como la gente pasa delante de ellos sin que hagan nada.

El autor -

Estimado musolari:
quizás le interese saber que en unos días será publicada "Muerte dulce", una novela de intriga y asesinatos que gira en torno a una partida de mus en sus orígenes (finales del XVII). Quedando a su disposición, reciba un cordial saludo.

milady -

Nuestra generación va a quedar fatal en los libros de historia.

Alberto -

Amén.