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El musolari errante

Echándole rostro al tema

Echándole rostro al tema

Una historia tonta y verídica que escuché y que me hizo bastante gracia. A la salida de Madrid por la carretera de la Coruña (y supongo que en muchos otros lugares) hay un carril que se llama BUS-VAO, y que está reservado para autobuses y para vehículos que lleven al menos a dos personas –Alta Ocupación, de ahí las siglas-. En realidad, el carril es un monumento a la envidia, porque si ya es chungo verse metido dentro de un atasco, mucho más lo es ver como la gente te adelanta por ahí como quien lava. Uno siempre se los imagina sacándote la lengua, y cómo duele eso.

 

Resulta pues comprensible que la gente intente colarse y meterse por él aunque vaya sola en el utilitario; sin embargo, hay que andarse con ojo, porque al final están esperando los picoletos y te pueden meter un puro considerable. En cualquier caso, llama la atención la solución que están empleando algunos tipos ingeniosos y atrevidos: ¡sentar una muñeca al lado! Parece ser que ya han trincado a más de uno, pero desde luego, yo guardia civil, le doy una palmadita al tipo, un beso a la Dolly, y les abro la barrera al grito de ole vuestros cojonazos.

 

1 comentario

Alberto -

Jeje, me recuerda al piloto automático de Aterriza como puedas.