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El musolari errante

Letra A, Letra AAAAAAAA

Han citado este cuento en el blog de Lola, y me ha parecido tan increíííííble que tengo que ponerlo...

AMAR HASTA FRACASAR

Trazada para la A

La Habana aclamaba a Ana, la dama más agarbada, más afamada. Amaba a Ana Blas, galán asaz cabal, tal amaba Chactas a Atala.

Ya pasaban largas albas para Ana, para Blas; mas nada alcanzaban. Casar trataban; mas hallaban avaras a las hadas, para dar grata andanza a tal plan.

La plaza, llamada Armas, daba casa a la dama; Blas la hablaba cada mañana; mas la mamá, llamada Marta Albar, nada alcanzaba. La tal mamá trataba jamás casar a Ana hasta hallar gran galán, casa alta, ancha arca para apañar larga plata, para agarrar adahalas1. ¡Bravas agallas! ¿Mas bastaba tal cábala?. Nada ¡ca! ¡nada basta a tajar la llamada aflamada!

Ana alzaba la cama al aclarar; Blas la hallaba ya parada a la bajada. Las gradas callaban las alharacas adaptadas a almas tan abrasadas. Allá, halagadas faz a faz, pactaban hasta la parca amar Blas a Ana, Ana a Blas. ¡Ah ráfagas claras bajadas a las almas arrastradas a amar!. Gratas pasan para apalambrarlas2 más, para clavar la azagaya3 al alma. ¡Ya nada habrá capaz a arrancarla!.

Pasaban las añadas4. Acabada la marcada para dar Blas a Ana las sagradas arras, trataban hablar a Marta para afrancar5 a Ana, hablar al abad, abastar saya, manta, sábanas, cama, alhajar casa ¡ca! ¡nada faltaba para andar al altar!

Mas la mañana marcada, trata Marta ¡mala andanza! pasar a Santa Clara al alba, para clamar a la santa adaptada al galán para Ana. Agarrada bajaba ya las gradas; mas ¡caramba! halla a Ana abrazada a Blas, cara a cara. ¡Ah! la a nada basta para trazar la zambra armada. Marta araña a Ana, tal arañan las gatas a las ratas; Blas la ampara; para parar las brazadas a Marta, agárrala la saya. Marta lanza las palabras más malas a más alta garganta. Al azar pasan atalayas, alarmadas a tal algazara, atalantadas a las palabras:

-¡Acá! ¡Acá! ¡Atrapad al canalla mata-damas! ¡Amarrad al rapaz!

Van a la casa: Blas arranca tablas a las gradas para lanzar a la armada; mas nada hará para tantas armas blancas. Clama, apalabra, aclara ¡vanas palabras! Nada alcanza. Amarran a Blas. Marta manda a Ana para Santa Clara; Blas va a la cabaña. ¡Ah! ¡Mañana fatal!

¡Bárbara Marta! Avara bajasa6 al atrancar a Ana tras las barbacanas sagradas (algar7 fatal para damas blandas). ¿Trataba alcanzar paz a Ana? ¡Ca! ¡Asparla8, alafagarla, matarla! Tal trataba la malvada Marta. Ana, cada alba, amaba más a Blas; cada alba más aflatada, aflacaba más. Blas, a la banda allá la mar, tras Casa Blanca, asayaba9 a la par un gran mal; a la par balaba10 allanar las barras para atacar la alfana11, sacar la amada, hablarla, abrazarla...

Ha ya largas mañanas trama Blas la alcaldada: para tal, habla. Al rayar la alba al atalaya, da plata, saltan las barras, avanza a la playa. La lancha, ya aparada12 pasa al galán a La Habana. ¡Ya la has amanada13 gran Blas; ya vas a agarrar la aldaba para llamar a Ana! ¡Ah! ¡Avanza, galán, avanza! Clama alas al alcatraz, patas al alazán ¡avanza, galán, avanza!

Mas para nada alcanzará la llamada: atafagarán14 más la tapada, taparanla más. Aplaza la hazaña.

Blas la aplaza; para apartar malandanza, trata hablar a Ana para Ana nada más. Para tal alcanzar, canta a garganta baja:

La barca lanzada
allá al ancha mar
arrastra a La Habana
canalla rapaz.
Al tal, mata-damas
llamaban asaz,
mas jamás las mata,
las ha para amar.
Fallas las amarras
hará tal galán,
ca, brava alabarda
llaman a la mar.
Las alas, la aljaba,
la azagaya...¡Bah!
nada, nada basta
a tal batallar.
Ah, marcha, alma Atala
a dar grata paz,
a dar grata andanza
a Chactas acá.
Acabada la cantata Blas anda para acá, para allá, para nada alarmar al adra15. Ana agradada a las palabras cantadas salta la cama. La dama la da al galán. Afanada llama a ña Blas, aya16 parda. Ña Blasa, zampada a la larga, nada alcanza la tal llamada; para alzarla, Ana la jala las pasas. La aya habla, Ana la acalla; habla más; la da alhajas para ablandarla. Blasa las agarra. Blanda ya, para acabar, la parda da franca bajada a Ana para la sala magna. Ya allá, Ana zafa aldaba tras aldaba hasta dar a la plaza. Allá anda Blas. ¡Para, para, Blas!

Atrás va Ana. ¡Ya llama! ¡Avanza, galán avanza! Clama alas al alcatraz, patas al alazán. ¡Avanza, galán, avanza!

-¡Amada Ana!..

-¡Blas!...

-¡Ya jamás apartarán a Blas para Ana!

-¡Ah! ¡Jamás!

-¡Alma amada!

-¡Abraza a Ana hasta matarla!

-¡¡Abraza a Blas hasta lanzar la alma!!...

A la mañana tras la pasada, alzaba ancla para Málaga la fragata Atlas. La cámara daba lar para Blas, para Ana...

Faltaba ya nada para anclar; mas la mar brava, brava, lanza a la playa la fragata: la vara.

La mar trabaja las bandas: mas brava, arranca tablas al tajamar; nada basta a salvar la fragata. ¡Ah tantas almas lanzadas al mar, ya agarradas a tablas claman, ya nadan para ganar la playa! Blas nada para acá, para allá, para hallar a Ana, para salvarla. ¡Ah tantas brazadas, tan gran afán para nada, hállala, mas la halla ya matada! ¡¡¡Matada!!!... Al palpar tan gran mal nada bala ya, nada trata alcanzar. Abraza a la ama:

-¡Amar hasta fracasar! -clama...

Ambas almas abrazadas bajan a la nada17. La mar traga a Ana, traga a Blas, traga más...¡Ca! ya Ana hablaba a Blas para pañal, para fajas, para zarandajas. ¡Mamá, ya, acababa Ana. Papá, ya, acababa Blas!...

Nada habla La Habana para sacar a la plaza a Marta, tras las pasadas; mas la palma canta hartas hazañas para cardarla la lana.

Rubén Darío

La ciudad de los prodigios

Este fin de semana he vuelto a la hometown a encontrar a algunos de esos que ya no creo que nunca se me pierdan, y una de las cosas no completamente banales que hemos hecho ha sido diseñar una excursión a San Sebastián en Semana Santa. Como una parte importante de los viajes que he emprendido en mi vida, nació éste de una forma curiosa. Tengo un amigo muy querido, Davide, con el cual he tenido un número aproximado de 53763897 veces la siguiente conversación (donde pone X, escribir el nombre de una ciudad).

- YO: He estado en X, y me ha encantado.
- DAVIDE: Sí, pero San Sebastián es mejor.

Así, durante años me ha ido metiendo poco a poco el gusanillo de ir a visitar Donostia; y como estas cosas se culminan cuando se culminan, un día, en medio de una borrachera, me dijo en imperativo: "Te vienes a San Sebastián, aunque sólo sea a comer rape!!!" Y a mí, claro, no me quedó más remedio que asentir, con la mejor de las disposiciones. Para que me guste tanto debe de ser increíble, porque llevo vistas bastantes ciudades... Baste decir que hoy, mientras esperaba en la cola de embarque en Barajas, he mirado los monitores anunciando vuelos, y de unos 40 destinos sólo había 3 o 4 en los que no había estado. No puedo negar que me sentí bien por el bagaje acumulado, y además se me vino a la cabeza una pregunta, que os pongo aquí:

¿Cuál es vuestra ciudad favorita, y por qué?

En lo que a mí respecta, la maravillosa París desde el punto de vista artístico y metropolitano, y Ginebra (palabra polisémica y apetecible desde todos los puntos de vista) para vivir, excluyendo lengua.

Seres racionales de los que toman raciones en los bares

Seres racionales de los que toman raciones en los bares

Una cosa que creo que no tengo completamente clara es la definición de inteligencia (y sé que no es fácil ponerse se acuerdo sobre eso). Preguntándome el otro día sobre ello, pensé en dos aproximaciones: cada una de ellas con su fallo correspondiente. La primera, la capacidad de razonamiento abstracto, de ilación, y su fallo es que es algo difícil de medir salvo en casos muy extremos, y por tanto es inconcreto; la segunda, la capacidad para tomar en el porcentaje más alto posible la decisión correcta en el momento justo; el problema que le veo a ésta es que es difuso. Sin embargo, estas definiciones no acababan de satisfacerme, y he echado mano al diccionario de la RAE, que en estos casos suele ser asquerosamente impreciso; pero me he comido mis palabras mentales, porque el susodicho ha optado por la exhaustividad, y encuentro: a) Capacidad de entender o comprender b) Capacidad de resolver problemas c) Conocimiento d) Habilidad, destreza y experiencia. Creo que las tres primeras lo clavan, y son bastante complementarias con las mías, pero no sé si entre los dos abarcamos todas las posibilidades. ¿Qué es para vosotros, pues, la inteligencia?

Un mar de desolación

No tengo perdón de Dios por no haber escrito del tsunami cuando debiera haberlo hecho. Bueno, espero redimirme parcialmente recordando a quien me lea que sigue abierto el número 343: mandando el mensaje AYUDA envías un euro a las víctimas. Quizá ahora, cuando casi todo el mundo por aquí se va olvidando del tema, es un buen momento para recordarlo.

El cuarteto de Alejandría (III)

El cuarteto de Alejandría (III)

Más frases maravillosas, en este caso de "Balthazar". Para qué ponerse a pensar sobre la existencia, si Durrell ya lo sabía todo y, además, lo escribió...

"La personalidad concebida como una entidad con atributos fijos es una ilusión, pero una ilusión necesaria si queremos enamorarnos"

"La vida deposita en el rostro de los individuos, capa por capa, las arrugas sucesivas de la experiencia, en las cuales es absolutamente imposible distinguir la risa de las lágrimas; moldes huecos de la experiencia cayendo sobre las arenas de la vida..."

"El enamorado tiene miedo del carnaval: el adiós a la carne del año desenvuelve las bandeletas que cubren el sexo, la identidad y el nombre, y avanza desnudo hacia el futuro del sueño"

Layla

Layla

Como hoy no tengo tiempo, os pongo una crítica que hice en su día del mítico álbum de Clapton al que se refiere el título, y que puse en el blog de Bruto http://bruto.muzaidin.com/, que os recomiendo grandemente. Como creo que la intersección entre los lectores de ambos blogs es cero, nadie me reprochará demasiado el autoplagio.

" "Layla and other assorted love songs" es una maravilla que no puedo dejar pasar. Aunque un sentimiento de tristeza y pérdida recorre todo el disco -hasta en los temas más movidos, como Anyday)- estamos contemplando aquí como es posible la excelencia desde las antípodas del disco concepto, que tanto juego dio a partir de los 70 (y estoy pensando en maravillas, en el Sergeant Pepper’s, el The Wall, o incluso más recientemente el Operation Mindcrime de Queensrÿche).
Comenzamos flojito, con un I looked away que ya empieza a mostrar los aires nostálgicos y oscuramente naïfs que impregnan gran parte del vinilo, cortados en el momento más inesperado por las rajadas de la SG de Mano Lenta; poco después, el Blues del fondo de la campana fundamenta uno de los momentos más líricos del disco: un punteo preciso de Eric enmarca el magnífico verso “I don’t wanna lose this feeling.” Sigue quizá el momento más festivo, Keep on growing, que nos lleva de cabeza al “Nobody wants you…”, un antiguo blues de Jimmy Cox, donde hay tanta desesperanza que a veces se perciben los límites de la resignación; Eric hace suyo este clásico en uno de los momentos más magistrales del disco. Seguimos avanzando por el río calmado que es I am yours, y la poderosa y desmelenada Anyway, antes de habernos ganado la llave de la autopista. Aquí no puedo por más sino decir que estamos ante la apoteosis de la jam session: Clapton y Allman se marcan uno de los duelos más inolvidables de la historia del rock, y en nueve minutos sin parangón destrozan el concepto de single FM, la cuerdas de sus guitarras y nuestros corazones para mostrarnos de lo que son capaces, riff tras riff.
Casi sin aliento ya, nos topamos con el rock algo más calmado y estándar que es Tell the truth, antes the sentir la rabia (casi se oye el dolor en esta canción) de Why does love got to be so sad, acelerada y tensa. Y nos topamos con otra joya; yo no sé, habrá gente que habrá amado a una mujer tanto que tiemble de dolor y gente que no, pero los que hemos tenido la suerte o la desgracia de ser de los primeros nunca podremos olvidar esta canción, con un Slowhand más negro que nunca; hace poco, escuchando una versión live con Mayall, pensé que vendo mi alma al diablo por ver escuchar al Dios yonki versionando el Long distance call del gran Muddy. Y hablando de covers, hemos llegado al Little wing; no es la locura del gran Jimi; esta canción suena aquí algo postiza, incoherente, casi extraterrestre… esas guitarras sinfónicas del principio parecen encontrarse un poquito fuera de lugar entre la suciedad que las rodea.Sin embargo, y aún así, es imposible no dejarse subyugar por la invitación a pasear por las nubes con ella, sobre todo cuando ésta va acompañada de un solo tan exacto y limpio que parece matemático…
Ya estamos llegando al final del camino, y eso parece anunciar el It’s too late, demasiado tarde ya para privarnos de la magia de esta masterpiece. Y aquí está Layla. Tanto que decir… Para empezar es interesante destacar que el disco, que contiene los pelotazos inmortales que ya he descrito, se llama “Layla y otras canciones de amor”, o sea, como decir, Layla y basurilla. Y aunque por supuesto no es así, esta la obra de arte inmortal de Eric Clapton, como leí en algún sitio, está muy por encima del nivel de las demás, de hecho casi de cualquier cosa que podáis escuchar. Todo es soberbio, todo: el riff ametralladora de entrada -siete notas para la historia- Clapton más colocado que nunca escupiéndole a Patti Harrison que está como se sentiría ella si estuviera solo como nadie, que está de rodillas delante, que se apiade de él, joder, y Duane Allman haciendo incomparables filigranas a la slide, y ese piano final, tres minutos de reposo que te ayudan a calmarte y recordar que, a pesar de la brillantez, a pesar de los fuegos artificiales, lo que hay debajo de este disco se llama simplemente pena, dolor, tristeza, y sobre todo estar hecho una mierda. Hasta el punto de que después, como dice escrotolitum, Clapton se montó en el caballo que por poco lo lleva a la tumba.
Así dicho todo ya con Layla, God le pasa los bártulos a Whitlock, que canta Thorn tree in the garden, una coda que enlaza de lujo con el final de Layla y nos deja ese regusto tan particular al final de la escucha, ardiente por la admiración, melancólico por la temática.
Quiero terminar con una frase del gran Dave Marsh: “Hay unos pocos momentos en la historia del rock’n’roll en que un cantante o compositor ahonda tan profundamente en sí mismo que el efecto de escucharlos es como ser testigo de un crimen, o un suicidio. Para mí, Layla es el más impresionante de ellos.”

Tonteriílla lingüística number 2

Este post puede considerarse un spin-off del anterior; Alberto hablaba de una moña, y hoy, hablando con unos noruegos que han venido de visita a barna, he experimentado la universalidad de las sensaciones (positivas y negativas) que provoca una buena borrachera, entre los cuales siempre destaca las ganas de contarla. Así, os propongo tema fácil: sínónimos de borrachera en español. Yo creo que podemos llegar a 100. Un dos tres, responda otra vez: Borrachera, tajada, mierda, pedo, pea, curda, melopea, intemerata (de este no estoy seguro), moña, embriaguez, merluza, ebriedad (bueno, esto no es exactamente lo mismo), rasca, tablón, melocotón, chispa, papalina, cernícalo...

Tonteríilla lingüística

Me encantan en castellano las palabras que terminan en -oña: tienen un deje tan basto y normalmente tan negativo que resulta simpático: coña, roña, zampoña, ponzoña. Hasta jroña que jroña, traducción bastante patatera de Cronos ;)

No puede faltar esto en mi blog

"Fui al bosque porque quería vivir a conciencia, quería vivir a fondo y extraer todo el meollo a la vida. Dejar de lado todo lo que no fuera vida, para no descubrir, en el momento de la muerte, que no había vivido"

Para ser leído al comienzo de las reuniones del Club de los Poetas Muertos. "

Begin the beguine

Begin the beguine

Esto es una duda que tengo hace mucho tiempo, y me ha vuelto a surgir tomando café: ¿cómo empiezan los pertiguistas? Quiero decir: aprenden primero la técnica y luego se ponen a saltar, o empiezan con saltos pequeñitos y van subiendo conforme van aprendiendo? Tengo objeciones a las dos posibilidades: a la primera, que en el primer salto se la juegan mucho, y a la segunda, que pértigas cortas no creo que tengan elasticidad...

Como siempre, todas las elucubraciones son bienvenidas, pero se agradecería algo parecido a una certeza.

Beautiful girl

Beautiful girl

Voy a contaros una historieta que me ha ocurrido hoy; bueno, realmente ha pasado en mi cabeza, porque cualquier observador que me hubiera visto en el momento en que la vivía hubiera pasado de largo sin dudar, a lo sumo me hubiera dirigido, si fuera perspicaz, una mirada inquisitiva.

Salía de un examen aquí en la Uni (de vigilarlo, se entiende, hace tiempo que me pasé al lado oscuro) y me dirigía al ascensor camino del segundo piso. Cuando llegué a la puerta lo llamé, y mientras esperaba su llegada lancé una mirada a mi alrededor. El hall de mi facultad es grande, con un par de niveles, y siempre hay esperanza de ver algo interesante y/o inesperado. Pero tampoco encontré nada de particular, los típicos transeúntes, los bedeles perdiendo su barato tiempo, los últimos restos de gente estudiando... Así, me dediqué a mirar al exterior, del cual las dobles puertas de cristales, no demasiado grandes y siempre sucias, ofrecen una visión vagamente translúcida, y allí vi algo: una figura negra, indudablemente femenina, aún demasiado lejos para poder distinguir nada más. Sin embargo, bastó su visión inicial para sentir un vago nerviosismo mezclado con una extraña y repentina inapetencia al ascensor. Y por qué era? Pues porque desde el momento en que la vi, supe que esa chiquilla iba a ser una preciosidad; podéis suponer que, para alguien que, como dice Calamaro, es tan sensible a la belleza que no distingue el corazón y la cabeza, esto era un acontecimiento. Conforme esperaba (tres pilares de hormigón acrecentaban la intriga), y me daba mil excusas mentales para seguir haciéndolo -voy a mirar el programa del seminario colgado en el ascensor, el suelo, a estos tres jichos impresentables pegando un cartel- sólo iba aumentando en mí la certeza. Inútil es que os diga que cuando por fin la silueta de la muchacha se dibujó con nitidez, era tan hermosa como la había, no diré imaginado, sino sentido. Mucho más. El final ya es conocido: aguardé pacientemente a que pasara de largo y al ascensor.

Ya dentro, acaso unas reflexiones como epílogo. Yo había percibido la atracción que sentía por esa chica, antes de poder verla, ni siquiera olerla, el sentido que me es más peculiar. Y pensé, ¿es posible que haya personas cuyo atractivo sea tan poderoso que sea incluso previo a la belleza física? ¿Cierto brillo, quizá aura, a lo mejor una perfección inasible pero existente en los movimientos? Ahora recuerdo una frase de una amiga mía, dicha hace mucho tiempo, que no he olvidado. Me había cortado el pelo, unas greñas bohemias e infames, y le preguntó a esta chica con, tengo que reconocerlo, coquetería: "¿cómo estoy mejor?" A lo que ella respondió críptica y brillantemente: "Así estás más guapo, pero de la otra forma estabas más atractivo". Yo no entendí entonces su sutileza, creo que ya sí, pero de todas maneras pienso que está muy relacionada con esto que os he contado hoy.

En fin, ya diréis qué opináis, pero percibir la atraccíón como algo anterior a mis sentidos de una forma tan diáfana ha sido algo nuevo para mí.

Perversiones (II)

Pensaba haber puesto otra cosa hoy, pero ya que no me da tiempo, aquí os dejo la segunda parte del catálogo. Y todavía quedan más...

16. Autagonistofilia . A diferencia del exhibicionista (la persona afectada muestra intencionadamente sus genitales a otra persona que ni se imagina lo que se le viene encima), un autagonistofílico crea situaciones en las que otras personas puedan verle desnudo por accidente. Por ejemplo, puede que le dé por dejar las cortinas abiertas y pasearse desnudo por la casa o caerse en bolas por la ventana de la habitación.
17. Backswinging . Es el folleteo anal de toda la vida (analismo) pero aquí el factor clave y diferenciador es que se disfruta a saco cuando la mujer está tumbada sobre su estómago.
18. Anaclitismo . El acto de alcanzar la excitación sexual mediante actividades a las que uno estaba expuesto cuando era niño. Estas actividades pueden ser que te enseñen a hacer pipí en su sitio, que te coloquen unos patucos o que te pongan a jugar con muñecas.
19. Fresh cream dip . El fresch cream dip era una especialidad de los chicos de alquiler británicos de la década de los 50. Les dio por pringarse la polla con queso tipo Philadelphia para el deleite oral de sus clientes y clientas.
20. Amaurofilia . Preferencia por tener una pareja sexual ciega o a la que se le han vendado los ojos.
21. El ginecólogo . Fascinación por llevar a cabo inspecciones internas de aficionado que suelen realizarse con la ayuda de instrumentos como un espéculo de acero inoxidable o con un par de estribos.
22. Candling . Cuando se disfruta mogollón con el dolorcito dulce y pegajoso de la cera derretida deslizándose por el cuerpo.
23. Ofidiofilia . Lo practican las personas que usan reptiles (o anguilas) para montárselo. No implica necesariamente que te lo estés montando con la lagarta del quinto piso.
24. Deportes acuáticos . Como la piragua, que es hacer el amor bajo el agua, los deportes acuáticos incluyen jugar, beber, chapotear o bañarse con el pipí de otra persona por aquello del placer sexual.
25. Asfixiofilia . Se la llama también estrangulación erótica. Consiste, básicamente, en jugar a estrangular a la pareja sexual. Esta perversión erótico-festiva es la que acabó con algún que otro miembro del Parlamento británico y, curiosamente, del partido conservador. La equipación mínima para practicarla suele ser un lazo o soga al cuello, una naranja en la boca y unos calcetines blancos...
26. Hibristofilia . El deseo por una persona que haya cometido una atrocidad. Esto explica todas las cartas marranas que reciben los chicos del corredor de la muerte en E.E.U.U.
27. Necrofilia . Montárselo con un cadáver. Es del conocimiento público que los antiguos egipcios – algunos de los cuales alababan en público los encantos de los cadáveres- no permitían que los embalsamadores se acercaran al difunto hasta varios días después de la muerte. Quizás venga de aquí la manía de momificar los fiambres.
28. Cutting . Un nombre que le viene que ni al pelo a los que se dejan la piel a cambio de una gratificación sexual algo guarrilla.
29. Bukake . Se trata de una perversión tan japonesa como el Tamagotchi y consiste en masturbarse en grupo encima de una mujer.La protagonista, además, suele estar enterrada de tal manera que sólo se le ve la cabeza.
30. Autoasesinofilia . Las personas a las que les va esta perversión se excitan sexualmente cuando se colocan en situaciones en las que podrían acabar muertas.

El cuarteto de Alejandría (II)

El cuarteto de Alejandría (II)

Sigo intentando convenceros de que el Cuarteto de Alejandría es maravilloso, y hoy os traigo una fantástica crítica que he encontrado en Internet. Es de un tal Dellwood, y está en http://www.elaleph.com/foros/viewtopic.php?t=700.

Entre 1957 y 1960, Lawrence Durrell se propuso representar en una saga literaria la noción del espacio - tiempo de la teoría de la relatividad. El resultado fue una serie de 4 novelas, que en su continuidad constituyen un solo texto, El cuarteto de Alejandría. Las tres primeras representarían las dimensiones euclidianas del espacio, narrando una misma historia desde distintas miradas ("cada persona tiene distintos prismas desde los cuales puede ser descrito", sugiere el autor en un momento). La cuarta introduciría la dimensión temporal y explicaría la totalidad de la obra. Durrel intenta así en la literatura lo que Giedion dice que habían hecho, algunos años antes, los maestros del Movimiento Moderno en la arquitectura.

Si se toma al pie de la letra su intención original, la obra de Durrell es probablemente un fracaso: no creo que nadie tenga una mejor comprensión de las teorías de Einstein por haber leído el Cuarteto (algo que suele suceder con estos homenajes del arte a la ciencia). Más fortuna parece haber tenido en la investigación del amor moderno, otro de los objetivos declarados por el autor. Para la literatura, en definitiva, y especialmente para al placer de los lectores, Durrell dejó 5 magníficos textos: cada una de las novelas, que se disfrutan por si mismas, y el Cuarteto como obra completa. La ironía es que un libro que aspira a representar una teoría científica del siglo XX, una obra que debería opacar los logros de Joyce y de Proust, resulta finalmente una entrañable novela en la mejor tradición del XIX, con personajes muy bien definidos componiendo un grupo de amigos que se constituye casualmente durante el período inmediatamente anterior a la Segunda Guerra Mundial. Toda la novela está recorrida por esa agradable sensación de la amistad sincera entre gente que se aprecia a pesar de sus diferencias y de sus pasiones (que abundan en el Cuarteto).

El otro gran logro del Cuarteto, y el que más nos importa en esta nota, es la representación de una ciudad que aparece vívidamente descripta como un personaje más de la novela. "La ciudad -al decir de Durrell- que se sirvió de nosotros como si fuéramos su flora, que nos envolvió en conflictos que eran suyos y creíamos equivocadamente nuestros, la amada Alejandría". Aun sin conocer nada sobre la ciudad, el lector vive desde las primeras páginas en la realidad geográfica y humana de Alejandría, una lengua de tierra en la desembocadura del Nilo, entre el Mediterráneo y el Lago Mareotis, en sus palacios de inspiración europea contrastando con los minaretes, sus bares callejeros, los tugurios, burdeles y callejuelas de los barrios populares, el sol que pega sobre las velas de los barcos en el Yacht Club, los paseos por el malecón de la Corniche. Toda la atmósfera cosmopolita y milenaria de Alejandría, protegida por el recuerdo del gran Poeta de la Ciudad: Constantino Kavafis.

En esa vívida y decadente Alejandría ("lo único real en esta novela") se mueven los personajes de Durrell. Justine, promiscua y seductora arrastrando la herida de un trauma adolescente, su perfume Jamais de la vie y sus "ojos translúcidos, agrandados por la belladona", amada por Darley (narrador del Cuarteto) con el aparente consentimiento de su esposo, Nessim. Una hija auténtica de Alejandría, su paisaje y su llanura aluvial, con "su aire de extenuación", es decir, "ni griega ni siria, ni egipcia, sino un híbrido, una ensambladura" ("Justine y su ciudad se parecen en que ambos tienen un sabor intenso aunque les falta todo carácter auténtico"). Balthazar, amigo de Kavafis y "oráculo" de la ciudad, "su daimon platónico, el mediador entre sus dioses y sus hombres". Mountoulive, embajador de Inglaterra atrapado entre su deber profesional y la amistad con Nessim. Pursewarden, alter ego de Durrell, el salvaje Naruz, la pobre y melancólica Melissa ("señor: yo soy la soledad misma"), la encantadora Clea, el siniestro Capodistría y tantos otros.

Esta troupe de amigos ocasionales, locales y extranjeros, parece una versión del grupo del bar de Rick en Casablanca (otro de "nuestros antepasados"), con la diferencia de que aquí la ciudad es real mientras que en la película es de cartón piedra y completamente ficticia, y que el drama no se establece en una ética de amor y militancia sino en un viscoso entretejido de conjuras irracionales y pasiones sexuales de todo tipo. Como ya se ha dicho, la ciudad no es el "fondo" de estas pasiones y conspiraciones, sino su condición y causa. "Cinco razas, cinco lenguas, una docena de religiones; el reflejo de cinco flotas en el agua grasienta, más allá de la escollera. Pero hay más de cinco sexos y solo el griego del pueblo parece capaz de distinguirlos".
Durrell erotiza Alejandría, sin recurrir a estereotipos ni a búsquedas retóricas del "alma de la ciudad". Simplemente transmite en su escritura el placer que le produjo la experiencia del lugar. En ocasiones personaliza hábilmente a la ciudad, en otras la convierte en metáfora de las pasiones y conjuras que envuelve y ampara, en otras la presenta como un mero escenario. La ciudad es un personaje flexible en el manejo literario, pero rígido en su inmutable indiferencia a la suerte de sus habitantes: de estas tácticas de escritura surge buena parte de la eficacia del texto. Durrell no nos quiere convencer de la grandeza de Alejandría: la da por supuesta y la expone. El mismo explica: "una ciudad es un mundo cuando amamos a uno de sus habitantes".

En el Cuarteto es recurrente la geografía alejandrina: las tormentas de arena al finalizar la primavera, las llanuras aluviales del delta del Nilo, las aguas fangosas del Mareotis, las dunas del desierto circundante, el Mediterráneo. Aparece el área agrícola circundante, una proeza humana de diques y canales entre el desierto y la ciudad, los dos enemigos de la vida rural. Cuando Nessim visita su finca familiar, los relojes se detienen en su homenaje ("para que las horas que dura tu agradable visita no pasen tan rápido"), pero el gesto también expresa la idea de un tiempo rural opuesto al tiempo urbano, cíclico, en verdad no detenido pero si recurrente desde épocas milenarias..

Y también hay un lugar para la historia de Alejandría, con un carácter mítico más que didáctico. Nombrados o no, recorren la novela los recuerdos de Alejandro Magno (fundador de la ciudad que fue su tumba), del Faro, del Museion, de la Biblioteca, de Marco Antonio y Cleopatra, de la filosofía neoplatónica de Plótino, de la matemática de Euclides, de los sabios Ptolomeos.

Quizás la visión general del Cuarteto peca de cierto colonialismo, político y cultural. Muchos de los personajes locales son parte de la oligarquía egipcia, y algunos de los extranjeros son diplomáticos de las potencias imperiales, aunque todos se hagan queribles en la prosa del autor. La servidumbre y la prostitución se naturalizan y tienen un toque de glamour en muchos párrafos, las conjuras políticas parecen juegos de adultos inmaduros. En defensa de Durrell, cabe decir que el cuenta su historia desde su posición personal, que es la de un miembro de la diplomacia británica, una mezcla de bon vivant y aventurero. Pero sin caer en la banalidad de un simple libro de memorias: el Cuarteto es una ficción intencionada y contundente, donde cada situación y cada personaje se nos revela de distintos modos, con virajes y cambios sorprendentes que solo al final adquieren un sentido provisorio. Justine es una narración subjetiva de un romance clandestino; Balthazar, un Comentario que altera los significados de la anterior; Mountolive, la contraposición objetivista (es la única de las novelas donde Darley no es el narrador); Clea, la resolución de los hechos en el tiempo, ya en plena guerra..

Para la misma época en que Durrel escribía su Cuarteto, Kurosawa revolucionaba el lenguaje del cine con Rashomon, una película (que aun hoy es de vanguardia) donde un mismo hecho es narrado desde 4 ópticas distintas. El Cuarteto coincide en esta exploración sobre la relatividad de las verdades humanas, distinta a la relatividad científica, y donde solo el amor nos salva de la angustia y el vacío. Como Durrell mismo dice en el final de Justine, "¿acaso no depende todo de nuestra manera de interpretar el silencio que nos rodea?".

Si las cosas fueran siempre lo que parecen, ¡que empobrecida quedaría la imaginación del hombre!
¿Cómo me libraré para siempre de esta ciudad ramera entre todas las ciudades: mar, desierto, minaretes, arena, mar?
No. Tengo que ponerlo todo por escrito, fríamente, hasta que pase el tiempo de la memoria y el deseo. Sé que la llave que trato de hacer girar está en mi mismo.
(Lawrence Durrell, Balthazar)

En el fondo estamos solos

Esta mañana he ido a despedir a Lola, que se iba de fin de semana con su niño, y me he quedado viendo el autobús alejarse... Ahora acabo de ir a merendar con varios compañeros de facultad, y ha sido casualidad, pero mientras yo me levantaba, ellos ya iban delante, y yo los he visto en lontananza, mientras yo estaba parado detrás. Y he interpretado ambas sensaciones como una alegoría de mi estado de ánimo actual. Tengo un poco la impresión de que mi vida aquí se está difuminando, perdiendo consistencia, en mi mente y en la de mis amigos/conocidos de la facu; como si me estuviera convirtiendo, poco a poco, en un espectro.

Quizá sólo tengo un ataque de sentimiento de solitudine, y sin duda, todos esos momentos de charla sin duda me ayudan, un standby de la melancolía. A veces me imagino aislándome poco a poco, desapareciendo de la vida pública para convertirme en un monje solitario e infeliz. Y aunque sé que nunca podré hacerlo (demasiada sensación de que hay que aprovechar los días que se van y no vuelven, demasiado tristes los momentos en que lo intenté), sigue ahí ese quizá deseo en forma de sueño probablemente pesadilla, pero así fui los primeros años de mi vida, y sí que fui feliz en ellos.

Bueno, en fin, ya veis, estoy de bajonazo, espero curarme al ver a Rosa (mi chica), una de las pocas cosas que son de verdad en mi vida (otra son las mates, ahora que lo pienso). Os veo el lunes, cuando vuelva de Madrid.

De profundis

De profundis

Si vais por la carrera del arrabal, apartaos, no os inficione mi pestilencia.
El dedo de mi Dios me ha señalado: odre de putrefacción quiso que fuera este mi cuerpo,
y una ramera de solicitaciones mi alma,
no una ramera fastuosa de las que hacen languidecer de amor al príncipe,
sobre el cabezo del valle, en el palacete de verano,
sino una loba del arrabal, acoceada por los trajinantes,
que ya ha olvidado las palabras de amor,
y sólo puede pedir unas monedas de cobre en la cantonada.
Yo soy la piltrafa que el tablajero arroja al perro del mendigo,
y el perro del mendigo arroja al muladar [...]

Dámaso Alonso

Misterios de la traducción

Misterios de la traducción

Hay dos tipos de cargos que me gustaría saber cómo se llega a ellos, porque en ambos se los tiene que pasar genial quien los desempeñe: uno es directivo de la FIFA, y el otro, del que me voy a ocupar ahora, es de los que traducen los títulos de las películas en castellano. Me viene esto a colación de que ayer me propusieron ir a ver una película de Jim Carrey a la biblioteca que se titula en castellano "Olvídate de mí"; en principio no me resultaba nada atractiva, porque necesito motivación extra para ir a ver cualquier cosa que haya hecho el muecas ese. Pero luego, surfeando por la web, vi que esta película estaba la 32 de mejores pelis de la Historia en la base de datos IMDB, y pensé que algo tendría. Pero claro, tuve problemas para encontrarla porque, tonto de mí, no sabía que el título mencionado anteriormente se traduce fielmente por... "Eternal sunshine of the spotless mind". Y yo me pregunto, ¿qúé criterio arbitrario siguen los dobladores, para dejar unas pelis en inglés, otras traducirlas mal, y otras sencillamente poner lo que les sale de ahí? Por ejemplo, si uno escucha "Un romance muy peligroso", parece que va a ser una comedia de pacotilla, y luego (al menos según Alberto, de cuyo gusto cinematográfico me fío en general) es una peli seria que está muy bien, cuyo título original es "Out of sight"; o destripan alegremente el final de "Rosemary's baby" llamándola "La semilla del diablo", o... En fin, os dejo aquí algunos ejemplos más de traducciones gloriosas, y os animo a que vosotros pongáis más. Por cierto, la pinícula de anoche os la recomiendo, a pesar de que me dormí diez minutos en la proyecciao (sueño rules).

- Dr. Strangelove or how I learn to stop worrying and love the bomb - Teléfono rojo ¿volamos hacia Moscú?
- My darling Clementine - Pasión de los fuertes
- The fighter - El luchador novato que aprendió hasta del gato
- In the waterfront - La ley del silencio (bueno, ésta reconozco que la mejoraron)
- The Shawshank redemption - Cadena perpetua
- Paint your wagon - La leyenda de la ciudad sin nombre
- There was a crooked man - El día de los tramposos
- North by Northwest - Con la muerte en los talones
- C'era una volta il West - Hasta que llegó su hora
- Double indemnity - Perdición
- Monty Python and the Holy Grail - Los caballeros de la mesa cuadrada
- Multiplicity - Mis dobles, mi mujer y yo
- The Manchurian candidate - El mensajero del miedo
- Changeling - Al final de la escalera
- Mr. Smith goes to Washington - Caballero sin espada
- High noon - Solo ante el peligro
- Notorious - Encadenados
- Dial M for murder - Crimen perfecto
- Butch Cassidy and the Sundance Kid - Dos hombres y un destino
- Cool Hand Luke - La leyenda del indomable
- The searchers - Centauros del desierto
- Bringing up baby - La fiera de mi niña
- Die hard - La jungla de cristal
- Avanti! - ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre?
- Some like it hot - Con faldas y a lo loco
- Braindead - Tu madre se ha comido a mi perro.

Etc. etc. etc.

Vendrá la muerte

Vendrá la muerte

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
de la mañana a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un vicio absurdo. Tus ojos
serán una vana palabra,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sobre ti sola te inclinas
en el espejo. Oh esperanza querida,
ese día sabremos también nosotros
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
resurgir un rostro muerto,
como escuchar unos labios cerrados.
Descenderemos al abismo mudos.

Cesare Pavese

Gran travestismo lingüístico

Hoy comienzo con una pequeña curiosidad lingüística que me ha asaltado en el bus (mi medio de locomoción ha cambiado debido al accidente) al leer el periódico que llevaba un nota. En el titular de la primera página decía algo del "subidón del recibo del agua". Primero me chocó que utilizara una palabra que yo considero informal, "subidón", en un titular, y más en un sitio tan privilegiado. Pero después me ha dado por pensar si el hecho de cambiar el género de femenino a masculino al construir aumentativos es una construcción estándar del castellano o es solo una moda... Todos los ejemplos que se me ocurren son términos tipo "Subidón", "Pibón", "Fiestón", y lo que me llama la atención es que ninguno de estos términos tiene un aumentativo habitual en femenino. Es posible que se generalice pues esta manera de construir el superlativo, pero repito, no sé si esta construcción está más o menos admitida, o sea, si hay aumentativos masculinos de palabras femeninas que lleven tiempo usándose en lengua hablada y escrita.

Dos comodines menos

Pues eso, quería un poco de distancia con la cosa. El jueves pasado, haciéndome la cena, me salió una llama de la sartén de un metro de altura (sin exagerar) y unos 30 cm. de anchura que duró medio minuto. Si llega a arder algo inflamable cerca, adiós. Y el viernes, en el accidente de coche que ha contado Lola en su blog, yo iba en el asiento del copiloto, justo donde fue la jostia.

Sólo dos comentarios rápidos: el primero, que hasta en una vida tan tranquila y aparentemente exenta de riesgos como la mía, puede salirle a uno el número en cualquier momento. El segundo, que en ambos desagradables acontecimientos (cuando veía la llama enorme, cuando el coche se acercaba sin remisión a la furgoneta), sentí una sensación que casi había olvidado: la absoluta indefensión, saber que en los siguientes instantes tu vida ya no depende de ti y no vale un duro, y cosquilleo que es un quince por ciento de expectación y el resto de miedo cerval y primario.

En fin, cuidaos mucho, que nunca se sabe.

Sobre Memento

Sobre Memento

Advertencia: si no habéis visto “Memento” id corriendo a verla antes de leer lo que sigue. Bueno, de hecho deberíais dejar lo que estuvierais haciendo e ir a verla, nevermind el post.

Dicho esto, al grano. Llevaba tiempo queriendo volver a ver esta película, quizá la que más me ha impresionado en el cine en los últimos años, por su riesgo, su genialidad y sobre todo su inigualable simbiosis entre lo conceptual y lo normal. El motivo de querer revisitarla era que la tercera y última vez que la vi no fui capaz de dar una reconstrucción completa de la historia coherente con las imágenes que había visto. Ahora, después de la cuarta vez y de un encendido debate con Miquel, que me acompañó en el visionado, creo que sí me es posible contar lo que yo entiendo que es la compleja historia que cuenta Christopher Nolan. Esto es lo que quiero compartir con vosotros.

En aras de la coherencia, asumo que lo que dice el acompañante de Leonard en los últimos minutos de la película es cierto. Si no lo fuera, se abrirían otras posibles interpretaciones, pero tras pensar en ello no me parecen tan completas como la que doy ni tan consecuentes con las imágenes que se nos muestran.

La historia sería como sigue, pues: Leonard es un agente de seguros que está felizmente casado con su mujer, que es diabética. Un día, dos asaltantes entran en su casa, violan a su mujer y le dan un golpe en la cabeza, que le hace perder la capacidad de crear nuevos recuerdos. Uno de los asaltantes cae, pero el otro escapa.

La mujer de Leonard, que no cree que la enfermedad de su marido sea cierta, le hace una prueba decisiva y muy arriesgada, que conlleva su muerte por sobredosis de insulina. Leonard consagra su vida a encontrar y matar al violador de su mujer. Poco a poco, va confundiendo la historia de un estafador que tuvo que desenmascarar siendo agente de seguros, Sammy Jankis, con la suya propia, hasta autoconvencerse de que el violador de su mujer también la asesinó.

Un policía, John Gammell, le ayuda a encontrar al violador, y Leonard lo asesina. Pero en el tiempo subsiguiente, aprovechando el problema mental de Leonard, lo utiliza para oscuros trabajos, siempre haciéndole creer que persigue al matador de su mujer. Cuando comienza cronológicamente la parte en color de la película (al final del metraje) se supone que Gammell y Leonard llevan más de un año juntos.

La única escena de la película que no es coherente con este planteamiento, creo, es un flash de dos o tres segundos que Leonard tiene cuando va conduciendo su coche. En él, se le ve al lado de su mujer, con el tatuaje “They raped and murdered my wife” (Violaron y mataron a mi esposa) y otro donde pone “I’ve done it”, que no aparece en todo el resto de la película. Considerando que en esa misma escena Leonard quema su propia foto después de matar al auténtico violador –con lo cual elige conscientemente seguir matando hipotéticos asesinos de su mujer, para darle un sentido a su vida-, que habla de que debe de crear sus propios recuerdos, y que al final dice “Lo he hecho”, interpretamos que ese es un recuerdo que querría tener, juntando sus dos mayores ambiciones: estar con su mujer y haber matado al asesino. Teniendo en cuenta la incompatibilidad de los tatuajes con el hecho de que su mujer esté viva, hemos de pensar que esta escena es una figuración de la mente de Leonard, en forma de recuerdo creado conscientemente del deseo. Me parece imposible conciliar el hecho de que esta escena sea un auténtico recuerdo con el resto de las imágenes, y por tanto con cualquier interpretación racional de la película.

Y bueno, esto es todo. He descubierto, consultando http://www.christophernolan.net/memento_un.php , que no soy el único que se ha roto la cabeza con esto.