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El musolari errante

Dos días frenéticos en ocho fotogramas

Dos días frenéticos en ocho fotogramas

Miércoles.

1. Morgen. La primera reunión en mi cubil de esa gente con la que convivo día a día en un almuerzo que es mucho más que un acto social. Pretexto cumpleaños y atractivo chocolate belga. Presencias inolvidables en un gran círculo, como podéis ver afortunadamente inmortalizado, aunque borroso, por mi cámara moribunda.

 

2. Afternoon. Mi primer consejo de departamento, luchando con éxito moderado contra Morfeo. La celebración en el más distinguido Reform Club de Getafe, con la socialización que más me gusta: la que está basada en escasos pero fuertes baluartes de prometedora relación, pronto amistad quizá. Ya voy conociéndolos a todos, a mis compañeros lejanos cada vez más sólo en la distancia.

 

3. Vespre. Inma, siempre luminosa, contando en un garito sin nombre la historia tremenda de sus abuelos, y de los que vivieron con ellos. Y también el Buenos Aires que ha visitado estos días, ella merece esta ciudad y viceversa. Un cómic de Maitena intacto sólo haasta mañana, un barril de batido de chocolate en un Vips, sonrisas patakieras por doquier y el tren que se fue demasiado pronto.

 

 4. Nuit. Al fin Rosa, al fin solos, al fin el abrigo imposible, qué regalo Dios mío. Y un restaurante con fuente donde parecía que no había nada, qué mejor que el gran carpaccio y los gnocchi, señales inequívocas de que pasé de los treinta y del disfrute que espero encontrar una nueva época. Dio igual que las velas se apagasen, no necesito ya verla para saber que está.

Jueves.

 

 5. Manhana. Sabios y divertidos, se reunieron en la churrería agonizante de Diego de León los pioneros blogueros futboleros, sabios y divertidos, con Borja en el camino y Galder en el recuerdo. Hubo análisis, recuerdos, puyas y proyectos, pero entre tanta risa se necesitaba sutileza para captarlos. Los que menos veo y sin embargo, día a día, más presentes están. Viva la Red.

 

 6. Mediodía. Comida final, los mismos rostros, alguno menos y más, de ayer alrededor de los bombones, palidecen en la seguridad de que hasta el 2007 se convertirán en un espacio en blanco (otros, lejos, deberán llenarlos). Por eso, los sentí un poco más cerca en el comedor casi vacío. Y me faltó Elisenda.

 

 7. Sera. El último pádel, extraña y apropiadamente, cuatro desde el principio hasta el final, y hay agradable impresión de que es gente para tiempo (y no sólo con una raqueta en la mano). Y despedidas, en pista, coche y metro, cada cual con previo más prolongado que el anterior, y que más corto a su vez se hacía.

 

 8. Nox. El colofón, asistencia a recitado de poemas con fondo musical por amigos de la parte consorte, mucha gente a la que me alegré de volver a ver, atmósfera estupenda, alguna reminiscencia a Lorca y muchas veces Feliz Navidad, todas las que haga falta. E incluso una más, dedicada a ti que me estás leyendo.

6 comentarios

milady -

no hagas caso a lola musolari
y larga vida a la camisa mantel,
tiene un toque bata de parvulitos que te viene fetén
venga, a aprobar plastilina

Javier -

Espero que la Navidad y el fin de año sigan tan bien como han empezado!!

ILSa -

Ásias!
un besín

Lola -

Ramao, la camisa mantel vas a tener que ir jubilándola... :P Japibersdi!

Cluje -

Gracias Silke!!!!

silkepil-yubari -

Feliz cumpleaños!!!